Alma Solís
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Mientras los gastos del gobierno de Panamá siguen creciendo a un rápido ritmo, lo ingresos no han corrido con la misma suerte. Las últimas cifras en el Balance Fiscal que publicó el gobierno señala que a septiembre de 2023, el déficit fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) totalizó US$3,932 millones, equivalente al 4,75% del PIB nominal estimado para 2023 (US$82,721 millones).
Esto lo pone muy lejos de 3% con el que debe cerrar al final de este año para poder cumplir con la Ley de Responsabilidad Social Fiscal, tendrían que reducir este déficit al menos 1,75 puntos porcentuales que equivalen a unos US$1,448 millones aproximadamente y llegar a $2,432 millones. Lo cual ya el propio ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, antes de las protestas por el contrato minero, a reconocido que esta no era una tarea fácil. Ministro Alexander: No es una tarea fácil Espero se puedan tomar las medidas que ayuden a poder cumplir con la meta fiscal)
El mismo informe deja ver que el déficit fiscal del SPNF fue el resultado del aumento de los gastos totales (US$1.332 millones u 11,3%), las recaudaciones tributarias tampoco han ayudado, las últimas cifras de la Dirección General de Ingresos (DGI) indicaban que están US$116 millones por debajo de lo presupuestado a septiembre.
El déficit es el la diferencia entre los ingresos que recauda el Estado frente a los gastos de sus inversiones y operaciones, siendo el de renglón de operaciones el que más está creciendo. El gobierno no ha tenido una buena disciplina fiscal, algo que les ha recalcado las calificadoras de riesgo, entre estas Moodys y Standards & Poors. También las calificadoras han llamado la atención al gobierno sobre las «maniobras contables» que han hecho para llegar a cumplir con las metas fiscales.
Domingo Latorraca socio de la firma Elemente dijo a SNIP Noticias que el reto que el país tiene para lograr reducir el déficit fiscal del sector público no financiero al final del año al 3% es gigantesco.
«Sobre la base de los resultados a septiembre, que arrojó un déficit cerca de los US$4.000 millones, se tienen que lograr ajustes por el orden de los US$1.500 millones en dicho monto para alcanzar el 3% de déficit. Esto, sin considerar el daño irreparable que los cierres de las vías de comunicación están ocasionando sobre la producción nacional, la libertad de transitar, trabajar y educar a nuestros niños y jóvenes» afirmó Latorraca.
Agregó que esto es una señal importante sobre el proyecto de presupuesto general del Estado para la vigencia 2024, el cual está sobredimensionado y la realidad financiera, económica y fiscal del país exigen que ese sobre dimensionamiento sea revisado antes de la aprobación de la principal herramienta de política pública con que cuenta el Estado panameño.
Aumento en intereses de deuda
El informe sobre el balance Fiscal que presentó el gobierno indica que en los gastos totales el mayor aumento fue por intereses sobre la deuda. Lo justifican por los con los compromisos contraídos especialmente durante pandemia, dada la caída en la recaudación en ese periodo y por el incremento de las tasas de interés de referencia a nivel internacional.
El costo ponderado de la deuda pública pasó de 4,05% en septiembre de 2022 a 5.0% en septiembre de este año, aunque señalaron que más del 80% de la deuda se encuentra a tasa fija.
El saldo de la deuda pública total aumentó en US$1,610 millones de septiembre a octubre de 2023, ósea en un solo mes, para colocarse en US$47.406 millones, recordemos que el gobierno salió al mercado de capitales en octubre.
El déficit primario del SPNF está en 2,6%, lo que indica que el gobierno se está endeudando para pagar deuda.
Situación podría empeorar
Esta situación es un reflejo a septiembre lo que indica que aun se desconocen los efectos de que va a tener en las finanzas públicas los bloqueos de las calles. También aunque dentro de lo presupuestado no se incluía aportes de la Mina por el nuevo contrato, el gobierno estaría contando con estos fondos que fueron pagados hace unos días, pero que están en una cuenta restringida.
También al pararse la operación podría tener un efecto en el PIB por los aportes directos e indirectos de la actividad.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP) ha calculado que las protestas en sus primeros 29 días habían reflejado una reducción de crecimiento 2,2% en relación al PIB (unos US$1.700 millones)
Otras deuda grandes
Otros gastos que tiene el gobierno y están incluso fuera de presupuesto es algunos compromisos con proveedores, la deuda por el subsidio del interés preferencias que se le debe a los bancos por unos US$600 millones además el Fondo de Ahorro de Panamá que no se han hecho los aportes correspondientes en los últimos años que suman US$970 millones.
El presupuesto debe ser realista
Carlos Araúz
Economista
Las premisas que deben enmarcar la elaboración de un presupuesto, tanto por el
lado de ingresos/gastos como por el componente de inversión deben ser no solo conservadoras sino realistas y apegadas a una disciplina que eventualmente nos lleve a un superávit que disminuya nuestra dependencia en deuda.
En un año pre-electoral, la actual administración optó por apoyar gastos bajo la descentralización paralela así como auxilios económicos injustificables. El desacierto más grande fue el de revelar ajustes contables a las calificadoras de riesgos que han llamado la atención sobre el débil estado de las finanzas públicas.
Pero presentar el presupuesto más alto en la historia republicana para 2024 apostando a ingresos por la venta de tierras al Canal de Panamá y réditos del contrato con la empresa Minera Panamá ponen en una mayúscula encrucijada la capacidad de maniobras financieras que quedan para cumplir con la ley de responsabilidad fiscal.
La esperanza es que la iniciativa de presupuestos abiertos a la ciudadanía tome más fuerza y podamos enmendar el camino en futuras administraciones.
Más deuda, más costosa, menos recaudación, menos ingresos del canal, mayor salario mínimo y una disminución en la inversión extranjera directa pone en entredicho el modelo que conocemos.