
Los apedianos indicaron que de no tomarse acciones inmediatas, antes de que termine el 2020, estaríamos ante un inminente descalabro económico, con la pérdida de entre 250 mil y 300 mil empleos. De estos, entre 125 mil y 150 mil serían formales, particularmente de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) en sectores de Comercio, Industria, Logística, Hoteles/Restaurantes y Servicios Financieros.
«Estos sectores, en los que vemos la mayor afectación en este momento, generan el 59% de todos los empleos del sector privado (formales e informales) y aportaron 3 de cada 5 nuevos empleos generados en los últimos 5 años. Adicionalmente, 35% de los empleos en riesgo son ocupados por jóvenes menores de 30 años, que antes del COVID-19 ya enfrentaban la tasa de desempleo más alta en 14 años» señalaron.
Apede hizo un llamado al Gobierno Nacional para que, junto a las fuerzas vivas de este país, sector empresarial, sector laboral y sociedad civil organizada, promueva la construcción de un Pacto Nacional que permita en consenso desarrollar una estrategia para superar esta crisis de salud y económica, que afectan el bienestar social de la población.
También hicieron las siguientes propuestas
- Apertura integral por regiones. El esquema de reapertura por bloques no permite una reactivación efectiva, ya que muchas empresas a las que se les ha permitido abrir dependen de la demanda que se generará con la activación de otros bloques impidiendo la reincorporación esperada de trabajadores.
- Reactivación del sector construcción por su efecto multiplicador en la generación de empleos y su bajo riesgo de contagio, vs otras actividades, al desarrollarse en espacios abiertos.
- Establecer un plan detallado de asistencia financiera de emergencia a través del sector bancario que viabilice acciones de reapertura y recuperación económica de los sectores y empresas más afectadas.
- Que el sector público, sector empresarial y sector laboral trabajen en propuestas pragmáticas y constructivas, alejadas de posturas políticas, que permitan arreglos laborales bilaterales, pensadas en la preservación del empleo.