Alma Solís
asolis@noticiasdepanama.com
Ciudad de Panamá – El secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, aseguró en su primera visita oficial a Panamá que las medidas económicas acordadas por la organización para reducir emisiones del transporte marítimo no constituyen un impuesto, sino un mecanismo global destinado a evitar regulaciones unilaterales de países o regiones.
“Necesitamos medidas globales para que el transporte marítimo pueda seguir operando de una forma eficiente y de esta forma no exista una implementación desequilibrada más negativa”, señaló Domínguez a los medios de comunicación al finalizar una conferencia en la Cancillería en su primer día en Panamá.
El panameño quien líder del máximo organismo mundial del sector marítimo explicó que el objetivo es avanzar hacia la meta de emisiones netas cero para 2050, conforme a la estrategia adoptada en 2023.
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Ante la posición de Estados Unidos, que rechaza el mecanismo y lo califica de un impuesto al carbono, Domínguez fue cauteloso. Confirmó que ese país presentó un documento con sus preocupaciones, pero subrayó que su papel es mantener negociaciones cordiales para lograr consensos entre los 176 Estados miembros. “Lo que vamos a hacer en la próxima sesión del comité de protección del medio marino en octubre es escuchar a todas las partes, abordar las preocupaciones y avanzar de forma tal que podamos tomar las medidas que nos van a llevar a cumplir con los objetivos”, afirmó.
«Si la OMI no adopta estas medidas lo que vamos entonces a tener es tener diferentes medidas similares o impuestos que van a ser aplicados a los buques. Similar a lo que ya hizo la Unión Europea».
Mencionó que el llamado en las conversaciones que mantiene con la Unión Europea es que en el momento que la Omi introduzca medidas globales la Unión Europea elimine las de ellos.
El secretario general advirtió que si la OMI no adopta un esquema global, se multiplicarán iniciativas nacionales o regionales como la de la Unión Europea, que ya aplica su propio mecanismo. Según dijo, el diálogo con Bruselas incluye el compromiso de que, en el momento en que entren en vigor medidas de alcance global, la Unión Europea elimine las suyas.
Sobre seguridad marítima, Domínguez destacó la cooperación con los países y la industria para aplicar mejores prácticas en rutas de alto riesgo como el Mar Rojo, donde se han registrado incidentes recientes. Aclaró que esa vía “sigue abierta” y que la OMI busca garantizar la libertad de navegación mediante evaluaciones de riesgo, protocolos de comunicación y apoyo naval.
También mencionó las amenazas de piratería y la existencia de “flotas fantasmas”. Recordó que la OMI adoptó en 2023 una resolución para que los Estados garanticen que todos los buques bajo su pabellón cumplan con medidas de seguridad y protección ambiental, y adelantó que a partir del próximo año se trabajará en mejores prácticas dentro del comité jurídico.
Domínguez puntualizó que la OMI no impone sanciones, sino que aplica las que decida el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Enfatizó además que su visita a Panamá le permitió reunirse con autoridades locales, el Canal y los gremios marítimos para intercambiar preocupaciones y mantener la participación activa del país en la agenda internacional del sector.
Panamá primera visita
Durante su visita, Domínguez subrayó la importancia de Panamá dentro de la agenda marítima internacional. “Es mi primera visita como secretario general a Panamá, a mi país, por lo cual no solamente es un honor, sino también una gran ocasión para reunirme con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con la Autoridad Marítima de Panamá, con el Canal y con los gremios marítimos”, dijo.
Explicó que el objetivo fue compartir las prioridades actuales de la OMI y, al mismo tiempo, escuchar las preocupaciones del sector local. “Panamá, como país marítimo que es, siempre está muy involucrado en todos los trabajos que realizamos dentro de la organización”, apuntó.
Añadió que los intercambios con autoridades y gremios permiten mantener la participación activa de Panamá en las decisiones de la OMI, en temas como la descarbonización, la seguridad de las rutas de navegación y la aplicación de convenios internacionales.
En su conversatorio y ante la pregunta de ¿qué perspectivas de crecimiento y desarrollo ve usted, desde su óptica, para el sector marítimo en Panamá?
En materia de seguridad marítima, Domínguez reconoció que uno de los principales retos actuales es la situación en el Mar Rojo. Recordó que tras seis meses sin incidentes, en las últimas semanas se han registrado nuevos ataques contra la navegación, lo que mantiene la preocupación en el sector. “El enfoque sigue siendo mantener y respetar la libertad de navegación, este derecho internacional que no debemos comprometer. El Mar Rojo sigue estando abierto, es un área comercial importante, y por eso estamos tomando prácticas más operacionales para garantizar que los buques puedan navegar de forma segura”, indicó.
Explicó que la OMI trabaja con países y con representantes de la industria para aplicar evaluaciones de riesgo antes de que un buque decida si transitar o desviar su ruta, reforzar las comunicaciones entre armadores, operadores y tripulaciones, y coordinarse con fuerzas navales que ofrecen protección en la zona. También se mantienen directrices sobre mejores prácticas contra piratería y robos armados, que pueden utilizarse en estas circunstancias.
En paralelo, Domínguez abordó el problema de las llamadas “flotas fantasmas”, compuestas por buques que operan al margen de las normas de seguridad y medio ambiente, muchas veces vinculados a esquemas de evasión de sanciones internacionales. “En 2023 adoptamos una resolución para que los países tomen las medidas necesarias y eviten que estos buques representen un riesgo para la navegación”, explicó. Agregó que a partir del próximo año, en el comité jurídico de la OMI, se desarrollarán mejores prácticas orientadas a revisar convenios y reducir la proliferación de naves subestándar, un tema que también será tratado con las autoridades panameñas durante su visita.
Seguridad Marítima
En materia de seguridad marítima, Domínguez reconoció que uno de los principales retos actuales es la situación en el Mar Rojo. Recordó que tras seis meses sin incidentes, en las últimas semanas se han registrado nuevos ataques contra la navegación, lo que mantiene la preocupación en el sector. “El enfoque sigue siendo mantener y respetar la libertad de navegación, este derecho internacional que no debemos comprometer. El Mar Rojo sigue estando abierto, es un área comercial importante, y por eso estamos tomando prácticas más operacionales para garantizar que los buques puedan navegar de forma segura”, indicó.
Explicó que la OMI trabaja con países y con representantes de la industria para aplicar evaluaciones de riesgo antes de que un buque decida si transitar o desviar su ruta, reforzar las comunicaciones entre armadores, operadores y tripulaciones, y coordinarse con fuerzas navales que ofrecen protección en la zona. También se mantienen directrices sobre mejores prácticas contra piratería y robos armados, que pueden utilizarse en estas circunstancias.
En paralelo, Domínguez abordó el problema de las llamadas “flotas fantasmas”, compuestas por buques que operan al margen de las normas de seguridad y medio ambiente, muchas veces vinculados a esquemas de evasión de sanciones internacionales. “En 2023 adoptamos una resolución para que los países tomen las medidas necesarias y eviten que estos buques representen un riesgo para la navegación”, explicó. Agregó que a partir del próximo año, en el comité jurídico de la OMI, se desarrollarán mejores prácticas orientadas a revisar convenios y reducir la proliferación de naves subestándar, un tema que también será tratado con las autoridades panameñas durante su visita.
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