Alma Solís
asolis@noticiasdepanama.com
El Fondo de Ahorro de Panamá (FAP), la “alcancía” creada para respaldar al país en tiempos difíciles, acaba de anunciar que alcanzó US$3,028.8 millones, el nivel más alto desde su creación en 2012. El salto se dio tras el canje realizado en los últimos días de septiembre, cuando el FAP transformó los pagarés que el Gobierno le había entregado en 2024 por bonos del Estado.
Gracias a la transacción, el FAP pasó de tener un patrimonio de US$1,637.9 millones a US$3,028.8 millones, un aumento de US$1,390.9 millones que casi duplicó su tamaño.
En sus 12 años de existencia, el FAP pasó de los US$1,200 millones iniciales —heredados del Fondo Fiduciario para el Desarrollo, formado con los recursos de las privatizaciones de los años noventa, como las de INTEL (telecomunicaciones) e IRHE (electricidad)— a US$3,028.8 millones, lo que representa que su tamaño se ha multiplicado 2.5 veces. Sin embargo, la mayor parte de ese salto ocurrió con el canje de los pagarés pendientes, que aportó los US$1,390.9 millones adicionales.
Las contribuciones del Canal de Panamá al FAP habían quedado acumuladas y sin transferir desde 2018 hasta 2023. Según la Ley 38 de 2012, una porción de los excedentes del Canal debe destinarse cada año al FAP para fortalecer el ahorro nacional, una vez cubiertas las necesidades del presupuesto del Estado. Durante el gobierno de Laurentino Cortizo, el entonces ministro de Economía, Héctor Alexander, alegaba que, debido a la difícil situación fiscal y al impacto de la pandemia, no era viable seguir transfiriendo los aportes al FAP según la fórmula establecida por ley, lo que contribuyó a que se acumularan los pagos pendientes.
Sin embargo, ese gobierno sí retiró fondos. El FAP también fue utilizado durante la pandemia de COVID-19, cuando el Gobierno retiró US$100 millones para financiar programas de emergencia y medidas sociales, lo que marcó la primera vez que se recurrió al fondo desde su creación.
En 2024, como medida transitoria, el gobierno de ese momento acordó entregar pagarés con intereses para cubrir los aportes de esos años. Posteriormente, la actual administración capitalizó alrededor de US$31 millones correspondientes a 2018 y 2019, lo que fue un primer paso para ponerse al día. Con la transacción de esta semana, el Gobierno y el MEF saldan finalmente los aportes pendientes de 2020 a 2023 al canjear los pagarés por bonos negociables.
El canje permitió intercambiar esos pagarés por tres bonos del Estado: un Bono Global al 6.40 % con vencimiento en 2035, un Bono del Tesoro al 3.36 % con vencimiento en 2031 y otro Bono Global al 3.87 % que vence en 2028.
Abdiel Santiago, secretario del FAP, explicó a SNIP Noticias que con esta transacción “Esto es positivo para el FAP. Los pagarés que teníamos eran instrumentos no negociables, mientras que los bonos que recibimos son activos líquidos y comercializables. Aunque los pagarés tenían un cupón nominal de 7.45 % y los bonos alrededor de 4 %, lo importante es el valor de mercado: el valor presente de los bonos es equivalente al valor estimado de los pagarés. En otras palabras, preservamos íntegramente el valor económico de lo que teníamos y, al mismo tiempo, mejoramos la calidad y liquidez de nuestro portafolio”.
pero el gobienro también gana. «Con la transacción de hoy, el Gobierno Nacional y el MEF cumplen finalmente con los aportes pendientes de 2020 a 2023, al realizar el canje de pagarés por bonos negociables. Esto representa una victoria importante tanto para el FAP —porque ahora cuenta con activos líquidos— como para el Gobierno, porque al emitir bonos logra reducir su deuda neta, algo que antes no era posible con los pagarés» dijo Santiago.
El monto original de los bonos sumó US$1,474.6 millones, pero su precio de mercado, calculado al 26 de septiembre, fue de US$1,390.9 millones, equivalente al valor económico de los pagarés. Así, aseguran que el FAP recibió bonos con el mismo valor que los pagarés, pero ahora en forma de activos que puede negociar.
El presidente de la Junta Directiva del FAP, Mario Amaya, destacó que la operación “fortalece el ahorro nacional y permite que el Fondo cumpla mejor su función de ser un respaldo en tiempos difíciles para el país. También moderniza la composición de los activos del FAP y le da herramientas para responder con mayor agilidad a emergencias y aprovechar oportunidades de inversión”.
El FAP fue creado en 2012 para recibir parte de los excedentes del Canal y formar un fondo de ahorro soberano que el país puede utilizar cuando enfrenta emergencias económicas. Con el canje realizado esta semana, los aportes pendientes de 2020 a 2023 pasaron de ser pagarés a bonos negociables dentro de los mercados financieros.
Discussion about this post