Alma Solis
asolis@nopticiasdepanama.com
El gobierno de Panamá anunció que la empresa bananera Chiquita Brands retomará operaciones en el país, luego de la firma de un Memorando de Entendimiento suscrito este viernes en Brasilia entre el presidente José Raúl Mulino y el presidente de la compañía, Carlos López Flores.
El acuerdo permitirá reactivar la actividad bananera en Bocas del Toro, con una inversión estimada de 30 millones de dólares. Según lo pactado, en una primera fase se crearán cerca de 3,000 empleos y en una segunda etapa se sumarán unos 2,000 más. El plan contempla rehabilitar unas 5,000 hectáreas destinadas a la producción y exportación, con la meta de reiniciar operaciones a más tardar en febrero de 2026.
El presidente de Chiquita, Carlos López Flores, aseguró que “este acuerdo marca una nueva etapa en la que vamos a reiniciar labores en el país bajo un modelo nuevo de operación, que es más sostenible, moderno y eficiente. Generando empleos dignos y contribuyendo al desarrollo económico y social del país y de la provincia”.
Por su parte la empresa también emitió un comunicado indicando que el acuerdo establece las condiciones necesarias para que Chiquita apoye a Panamá en la reorganización del sector bananero con la participación de terceros que operarán las nuevas asociaciones agrícolas bajo la supervisión y experiencia de la empresa.
Hoy anunciamos el fin de las conversaciones con Chiquita y la firma de un acuerdo positivo para Panamá, para Bocas del Toro y para miles de trabajadores que quedaron cesantes.
Siempre voy a estar del lado de la inversión, la producción y el trabajo digno para nuestra gente. Lo… pic.twitter.com/F5zgOlmIAU
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) August 29, 2025
Por su parte, Mulino expresó que “siempre trabajaré en favor de la inversión, la producción y la generación de empleos. Lo que pasó, pasó, ahora debemos enfocarnos en ordenar el país en beneficio de las familias panameñas, en este caso, particularmente de los bocatoreños”.
La reanudación de operaciones se produce tras meses de conflicto. En marzo, los trabajadores bananeros se unieron a las protestas contra la nueva ley de pensiones junto con sindicatos de la construcción y la educación.
La huelga fue declarada ilegal y tras la paralización Chiquita reportó pérdidas superiores a 75 millones de dólares. En mayo despidió a cerca de 5,000 huelguistas por abandono de trabajo y en julio al resto del personal, unos 1,190 colaboradores, antes de anunciar que las operaciones estarían suspendidas indefinidamente.
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