Alma Solís
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La Federación de Cámaras de Comercio de Centroamérica (FECAMCO) realizó un sondeo regional del 17 de marzo al 23 del mismo mes con el objetivo de conocer el impacto que la emergencia por la pandemia del coronavirus está teniendo en el sector productivo centroamericano, revelando que el 80% de los encuestados manifestaron haber tenido disminución de sus ventas.
En dicho sondeo participaron 1,110 empresas; donde el 86.6% de dichas entidades son MIPYMES de las cuales el 44.4% pertenecen al sector de servicios, el 32% a comercio y el 10.2% a industria, reflejando el impacto que las medidas de emergencia están teniendo tanto en la productividad de la región como en los empleos.
Más del 70% son MIPYMES que han disminuido sus ventas. El 37.1% de la MIPYME manifestó haber tenido pérdidas de más de un 75% en ventas.
La mayoría de los países centroamericanos han decretado cierre de comercios o cuarentenas para contrarrestar la propagación del COVID 19, por lo cual se ha afectado el comercio en general.
Fecamco indicó que al cuantificar el impacto de las MIPYME encuestadas manifestaron que sus pérdidas rondarían en más de los US$65.5 millones.
Adicional a las pérdidas económicas, los tres impactos más relevantes manifestados por las empresas han sido: reducción de operaciones, problemas para adquirir bienes e insumos y el aumento de costos.
En su mayoría, las empresas encuestadas han manifestado que las medidas en sus países han sido adecuadas o extremas pero necesarias, a excepción de Nicaragua que manifestaron que las medidas impuestas en su país eran totalmente inadecuadas.
De extenderse las medidas por más tiempo, las empresas manifestaron reiteradamente que tendrían que reducir operaciones, reducir personal y suspender operaciones, entre otras medidas que incluyen incluso el cierre de sucursales o cierre definitivo.
Para la MIPYME el impacto es muy significativo de mantenerse la situación, ya que un 19.8% tendrían que suspender operaciones, un 21.7% reducir personal y un 23.2% manifestaron que reducirían operaciones.
El impacto de las empresas en relación con sus proveedores internacionales se ha visto en su mayoría en: retrasos en las entregas, desabastecimiento e incrementos de costos.
«Si bien existe una comprensión plena que esta es una crisis humanitaria ante la cual es preciso un trabajo coordinado con todos los sectores y sensato, los gobiernos deben tomar además de las acciones sanitarias que son necesarias, acciones económicas que les permitan a las empresas, en su mayoría MIPYMES, hacer frente a esta crisis para evitar perder la estabilidad de los empleos que se generan, que vienen a ser el sustento de las familias centroamericanas así como el dinamismo de la economía regional».