Alma Solís
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En el 2020 los flujos de Inversión Extranjera Directa en el mundo retrocedieron 15 años, y esta caída también afectó a América Latina y el Caribe que recibió US$105.480 millones por concepto de inversión extranjera directa en 2020, esto es 34,7% menos que en 2019 informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) al presentar su estudio anual sobre el tema.
«Esto es una caída muy fuerte, al nivel más bajo que hemos podido observar » Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas
En este panorama Panamá fue el tercer país con la mayor caída en América Latina en cuanto a inyección de IED, solo superado por Bolivia y Trinidad y Tobago. Cabe resaltar que solo cinco países de esta región terminaron en positivo, estos son México, Paraguay, Barbados, Ecuador y Bahamas.
Igualmente si miramos en Centroamérica, fue la subregión con la mayor cañida un 89%, principalmente Panamá. «El caso más notorio en esta subregión fue el de Panamá, que tras una década de recibir cada vez más inversiones, en 2020 registró entradas negativas de capitales en todos los componentes de la IED, aunque el mayor peso en la cifra total se debió a las entradas negativas correspondientes a préstamos entre empresas» dice el informe.
Las cifras dadas a conocer por Cepal corresponden al 2020, año completo, pero recientemente la Contraloría General de Panamá reveló que para el primer trimestre del 2021, la IED de Panamá alcanzó un saldo neto de US$453.6 millones, lo que deja ver una disminución absoluta de US$622.3 millones, o en porcentaje 57.8% respecto al 2020-
Reporte de Cepal
A nivel mundial, los montos de inversión extranjera directa (IED) se redujeron un 35% en 2020, alcanzando aproximadamente 1,0 billón de dólares, lo que representa el valor más bajo desde 2005. América Latina y el Caribe se encuentra en una tendencia decreciente desde 2013, lo que ha dejado en evidencia la relación entre los flujos de IED y los ciclos de precios de las materias primas, principalmente en América del Sur, según el informe lanzado en conferencia de prensa virtual por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas.
El contexto internacional sugiere que los flujos mundiales de IED tendrán una recuperación lenta. Por otra parte, la búsqueda de activos en sectores estratégicos para la reactivación internacional y para los planes públicos de transformación de la estructura productiva (infraestructura, industria de la salud, economía digital) indica que gran parte de estas operaciones tendrían como destino Europa, América del Norte y algunos países de Asia, aumentando las asimetrías globales, alerta el estudio.
En América Latina y el Caribe, los proyectos de IED mostraron una recuperación entre septiembre de 2020 y febrero de 2021; sin embargo, desde ese mes y hasta mayo de 2021 se estaría verificando una nueva caída en el valor de los anuncios. “En este escenario es difícil pensar que las entradas de IED hacia la región tengan un incremento superior al 5% en 2021”, señala el informe de la CEPAL.
La CEPAL, dijo, ha identificado ocho sectores estratégicos para dar un gran impulso para la sostenibilidad en la región. Estos sectores, que podrían verse apuntalados por la IED, son la transición hacia energías renovables; la electromovilidad sostenible en ciudades; la revolución digital inclusiva; la industria manufacturera de la salud; la bioeconomía; la economía del cuidado; la economía circular; y el turismo sostenible.
El informe muestra que solo en cinco países aumentó la IED en 2020: Bahamas y Barbados en el Caribe, Ecuador y Paraguay en América del Sur, y México, el segundo mayor receptor de la región después de Brasil. Los sectores de recursos naturales y manufacturas, con reducciones de -47% y -38%, respectivamente, fueron los más golpeados en 2020. Las energías renovables se mantuvieron como el sector de la región que despierta el mayor interés de los inversores extranjeros.
En 2020, los flujos de las empresas transnacionales latinoamericanas (translatinas) también se desplomaron (-73%), aunque con elevada heterogeneidad: mientras Chile y México mostraron un incremento en los flujos de inversión directa en el exterior, Argentina, Brasil, Colombia y Panamá registraron retrocesos.
“Además de mantener la ayuda de emergencia orientada a los sectores de la población más vulnerables y a las empresas de menor tamaño, los países de la región deben poner en marcha planes estratégicos tanto de reactivación como de transformación de la producción. Los gobiernos y el sector privado deben utilizar sus capacidades para que la política de atracción de capitales extranjeros sea parte de la política industrial como instrumento de transformación de la estructura productiva”, enfatizó Bárcena.