Alma Solís
asolis@noticiasdepanama.com
Los clientes de las aseguradoras que contratan pólizas de salud no cuentan con la información suficiente para conocer cuál es su cobertura, a qué tienen derecho o cuánto deben pagar al momento de necesitarlas. Tampoco tienen acceso a variedad de productos, así lo determinó un estudio revelado por la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá, este jueves 4 de octubre.
El informe realizado por la empresa M2C Asesores determinó que se necesita mejorar la transparencia y la comunicación en el negocio, tanto la que brinda la póliza como la que ofrecen los protocolos de los hospitales.
Estos resultados se dieron a conocer en un encuentro al que asistieron ejecutivos y gerentes de las aseguradoras, corredores y representantes de los hospitales.
El encargado del estudio, el consultor panameñoCarlos Luque Retana,
en una entrevista con SNIP Noticias indicó que los proveedores de servicios, como hospitales, dicen qué es lo que ellos quieren cobrar por sus servicios, y las compañías de seguros fijan un precio máximo que ellas van a cubrir de estos costos y el resto se lo trasladan al cliente,los cuales muchas veces no conocen este detalle al momento de contratar la póliza.
“Traspasan al cliente todo el problema de la diferencia del precio y lo peor es que el cliente no lo sabe”, dijo Luque Retana.
El documento determinó que las aseguradoras no están negociando a favor de los clientes.
Un ejemplo de esta práctica es que un hospital decide cobrar US$150 diarios por la cama a un paciente y la aseguradora dice que ellos pagan hasta US$100, por lo cual el cliente debe pagar la diferencia de US$50.
Otro de los hallazgos que encontraron es que ante esta situación el cliente lo que hace es que empieza a usar de forma limitada su póliza para dejarla para casos más grandes o graves, porque no saben finalmente cuánto deberían pagar, al no contar tampoco con una tarifa fija pactada.
La cantidad que la compañía de seguros cubre en un acto médico se conoce como Uso Razonable y Acostumbrado (URA), esto es lo que debería negociarse, pero no se está haciendo para que el cliente solo pague esto y no una diferencia.
Según información disponible, que data de 2013, los gastos de salud privados ascienden a US$1,000 millones, de los cuales 80% son cubiertos por los propios clientes, sin utilizar las pólizas; y el 20% restante, por las aseguradoras.
Lo que indica que US$800 millones son pagados por los clientes, incluyendo lo que no cubre el URA y lo que cubren 100% los clientes, fuera de pólizas, y los otros US$200 millones son los que están siendo cubiertos por las aseguradoras.
En Panamá existen 23 empresas aseguradoras, de las cuales 18 ofrecen seguros de salud. Un punto que también fue evaluado es que las pólizas existentes son estándar y no hay mucha diversidad, lo cual limita un poco el mercado, pero también deja mucho espacio para innovación y generación de ingresos a las aseguradoras, mientras que a los clientes una mayor diversificación les permitiría más acceso, porque pueden llegar a asegurarse según las necesidades que tengan.
“Los productos (pólizas de salud) son muy parecidos. Hay una forma de pensar en el mercado que indica que mientras más cosas tenga la póliza es mejor, y eso no necesariamente es así«, explicó Luque Retana. Agregó que el mercado panameño ofrece pólizas muy completas con mucho dinero, que dicen cubrir el 100% de todo, pero a la hora de la verdad eso no es así, solo cubren el 100% del URA, que no se sabe a ciencia cierta de cuánto es.
La falta de profesionales médicos como especialistas y enfermeras también salió a relucir en el informe, especialidades como neurología son muy escasas, lo que aumenta los costos.
Por su parte, el superintendente de Seguros y Reaseguros de Panamá,José Joaquín Riesen,dijo que el regulador puede hacer lo que está bajo su control, como fomentar más transparencia en las pólizas, pólizas mejor redactadas y más capacitación para que el consumidor entienda lo que está pasando. También pueden servir la mesa para ser el puente de diálogo entre aquellos hospitales que quieran trabajar de la mano con el sector seguros en buscar soluciones en pro del consumidor, como implementando tecnología y proponer cambios a la Asamblea Legislativa para que se evalúe el problema,contando con estadísticas y datos.
La transparencia al final podría traer beneficios para los asegurados, que pueden escoger mejor la compañía aseguradora o los servicios médicos que deseen utilizar o adquirir.