Redacción
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La Junta Directiva de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), miembro del Grupo Banco Mundial, desde marzo a la fecha a aprobado US$ 8,000 millones de financiamiento de desembolso rápido de IFC para la COVID‑19 de los cuales se han comprometido USD 4000 millones.
Se espera que aproximadamente la mitad de este monto beneficie a personas de los países más pobres y los Estados frágiles, y que el resto ayude a respaldar la lucha contra la COVID‑19 en otros países en desarrollo y mercados emergentes.
“Respaldar al sector privado será fundamental para ayudar a los países en desarrollo a lograr una recuperación inclusiva, sostenible y resiliente y para frenar el actual aumento de la pobreza extrema”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “El objetivo del mecanismo de desembolso rápido de IFC para la COVID‑19 es proporcionar la liquidez que necesitan las empresas y las instituciones financieras clientes; esto aportará capital de trabajo, respaldará el empleo y facilitará el comercio”.
Explicaron que se ha destinado a totalidad de los US$ 2000 millones asignados como paquete de financiamiento para el comercio del mecanismo de desembolso rápido, que indicaron que este respaldo ayuda a las instituciones financieras clientes a mantener los flujos de liquidez hacia empresas que dependen del comercio, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que son una de las principales fuentes de empleo.
“El mecanismo de desembolso rápido de IFC para la COVID‑19 se diseñó de manera tal de ofrecer liquidez inmediata a las instituciones financieras y clientes del sector real, a fin de mantener el empleo y evitar daños a corto plazo”, dijo Stephanie von Friedeburg, directora gerente, vicepresidenta ejecutiva interina y directora general de operaciones de IFC. “Esperamos que, con el respaldo a los clientes y las intervenciones del sector privado, a largo plazo ayudemos a reactivar el crecimiento económico, preparando el terreno para un futuro mejor, más resiliente y sostenible, una vez que pase la COVID‑19”.
Este financiamiento se está utilizando para una variedad de actividades, como reforzar la posición de los prestadores de servicios de salud, ayudar al golpeado sector del turismo y mantener a flote a las empresas viables, de modo de preservar el empleo. Se han movilizado USD 623 millones de asociados del sector privado para estos clientes.