Pablo Gutierrez III, miembro del Cicyp
En un pueblo no muy lejano existía un castillo que se ha mantenido en pie gracias a la confianza de los vecinos. Un día, el maestro albañil , quien era el encargado de supervisar las reparaciones del mismo, se marcha y deja al castillo sin su prestigioso “sello de calidad”. De la noche a la mañana, nadie sabe si el castillo está tan sólido como siempre se pensaba. En esa duda, suben los precios de los materiales, los trabajadores exigen su paga por adelantado, y la gente del pueblo se resiente ya que no están seguros que las cosas se mantendrán como antes por la incertidumbre de no contar con el sello y el riesgo que trae el trabajar en un proyecto que puede estar destinado a fracasar. En resumidas cuentas, así funciona la calificación de grado de inversión y lo que potencialmente pudiese representar su pérdida en Panamá.
Cuando hablamos de calificación de grado de inversión, hablamos de la confianza que tienen los mercados internacionales y las instituciones financieras en la capacidad de nuestro país para pagar sus deudas. Si bien el año pasado perdimos con una calificadora (Fitch) el grado de inversión, otras dos (S&P y Moody’s) aún mantienen a Panamá con ese “sello de calidad”; de llegarlo a perder con alguna de esas dos, nos convertiríamos en lo que se llama un “Angel Caído” y efectivamente perderíamos la calificación de grado de inversión. Cuando eso pasa, el Estado panameño tendría que ofrecer intereses más altos al emitir bonos o buscar préstamos. Esa subida de intereses no ocurre en el vacío: se traslada, tarde o temprano, a la economía local y al bolsillo de cada uno de nosotros.
¿Y cómo nos pega eso directo al bolsillo? ¿Cómo le afecta esto a la persona de a pie? Primero, quien tenga planes de comprar una casa o un auto podría enfrentar intereses más elevados en sus préstamos. Para los que estén endeudados con tarjeta de crédito, quizás vean sus tasas subir. Si se encarece el financiamiento corporativo, las empresas podrían volverse cautelosas con nuevas contrataciones, con incrementos salariales, o bien pueden recurrir a despedir personal. Al subir sus costos, podrían trasladar parte de ese gasto adicional a los productos y servicios que consumimos. Desde la canasta básica hasta la factura de la luz, el alza acaba filtrándose en el día a día y habría menos “chen chen” en nuestros bolsillos.
Pero la cosa no termina ahí. Para mantener cierta estabilidad y atraer inversores, el gobierno podría verse obligado a posponer o eliminar proyectos de infraestructura, o inversión en el sistema de salud o educativo. Esto se traduce en menos oportunidades de empleo en el sector construcción y en la provisión de servicios que ayudan a la movilidad socioeconómica y a llevar una vida sana. Al final del día, la base de la pirámide es la que termina sintiendo el impacto más fuerte con todo esto.
Regresando a la parábola, el albañil que supervisaba el castillo no solo se llevaba sus herramientas, sino algo que puede ser hasta más importante, la tranquilidad de los vecinos. Esa incertidumbre aumenta fuertemente los costos y golpea la calidad de vida de todos. Para Panamá, la pérdida de grado de inversión no es un simple titular económico; es un asunto que nos afecta en el supermercado, en la escuela de los niños y en las diferentes facturas mensuales que con el sudor de nuestra frente pagamos.
Por eso, es de extrema importancia fortalecer la confianza en nuestro país, exigiendo que los servidores públicos manejen las finanzas de la nación con prudencia, estimulando la transparencia, reduciendo la burocracia, y buscando eliminar o controlar los riesgos que amenazan nuestra calificación. Mientras más sólida sea la piedra angular de nuestra economía, menos probabilidad tendremos de perder el apoyo de ese maestro albañil. Lo importante es que no nos podemos perder en las discusiones técnicas: si perdemos ese “sello de calidad” a ojos del mundo, lo pagaremos tú y yo, directamente, de nuestros bolsillos.
El Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP), capítulo de Panamá, es un think tank, comprometido con la defensa de la democracia, la libertad económica, la iniciativa privada y el desarrollo de Panamá. La organización está conformada por empresarios y profesionales de todas las ramas, que de manera voluntaria donan su tiempo, conocimientos y experiencia en beneficio de Panamá. https://cicyppanama.net/
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