Alma Solís
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El crucero Zaandam, junto con el Rotterdam, que lo asistía, cruzó el Canal con 1,800 pasajeros a bordo, muchos de los cuales presentaban síntomas similares al COVID-19, y ya habían cuatro fallecidos, pero este cruce inusual necesitó de una serie de protocolos y cuidados especiales y las autoridades del Ministerio de Salud de Panamá (Minsa) autorizaron su paso por el Canal bajo condiciones especiales y humanitarias, cumpliendo con las medidas sanitarias.
Rainiero Salas, uno de los prácticos de la Autoridad del Canal de Panamá que piloteó el crucero Zaandam durante su cruce por la vía interoceánica, narró que se reunió con el equipo sanitario del MINSA durante una hora y media antes de iniciar la operación, tiempo en el que recibió todas las instrucciones pertinentes para proceder con éxito y las situaciones que podría encontrar dentro del barco.
El piloto canalero reconoció que los procedimientos e instrucciones que recibió del personal sanitario del Ministerio de Salud fueron claves para cumplir con la misión humanitaria. «Sin la participación activa del equipo del MINSA, no hubiese tenido la tranquilidad y confianza de poder ejercer mis funciones al cien por ciento” explicó.
El barco había zarpado de Argentina con destino hacia Fort Lauderdale, Estados Unidos cruzó la vía panameña el 30 de marzo
Luego de esta experiencia Salas instó a la población a atender las recomendaciones de las autoridades de salud para que Panamá pueda salir adelante en la lucha contra el COVID-19. “Me siento con la autoridad de decir que estamos en muy buenas manos con el personal del MINSA, así como con los médicos y enfermeras. Hagámosle caso a sus instrucciones y recomendaciones para frenar el coronavirus”, expresó.