Por Dayanara Ríos, Socia de Asesoría – Líder de Servicios de Negocios & Outsourcing de BDO en Panamá
¿Hacia dónde se encamina la profesión?, ¿estamos preparados o nos estamos preparando para el futuro?
Es una realidad que en nuestro país cada año hay menos jóvenes estudiando contabilidad, hemos extraído una muestra para referencia, del boletín comparativo emitido por la Universidad de Panamá, que tiene el propósito de contar con un registro acumulativo de información estadística por unidad académica según distribución geográfica; Campus Universitario por facultad, Centros Regionales Universitarios, Extensiones Universitarias y Programas Anexos, e indica que entre los años de 1990 y 2020 se han graduado 15,479 personas en la carrera de Licenciatura en Contabilidad, de este total en el 2017 se graduaron 372, 2018 – 291, 2019 – 307, 2020 – 59.
Otra realidad palpable es el hecho de que todo lo relacionado a asentar los registros contables lo están haciendo softwares especializados de acuerdo con el tipo de industria o sector donde se desarrolle su negocio.
¿Y el profesional contable?
Más allá de las regulaciones vigentes en cada país, el profesional contable debe estar claro que sus esfuerzos se deben enfocar en el análisis, la consultoría y la asesoría; que la digitalización y automatización son herramientas indispensables para que la profesión pueda responder de una forma ágil a los cambios económicos, legales, sociales y regulatorios.
Para esos profesionales que se han ocupado por actualizarse y automatizar sus procesos hay un futuro prometedor.
Mejores prácticas
La automatización y transformación digital es una evolución hacia la cual todos debemos transitar. El adoptar mejores prácticas en nuestros procesos nos va a permitir aportar a las organizaciones un trabajo ágil, confiable y eficiente.
Lo que aspira toda organización es que su profesional contable lo ayude a optimizar procesos, ahorrar tiempo, evitar errores y lograr el éxito en los resultados; y esto no solo aplica para el área contable y financiera, son cosas que todo buen profesional indistintamente de su formación debe implementar en el desarrollo de sus actividades.
Especialización
Como también se da en otras ciencias, el contador debe especializarse. Puede especializarse por industria o puede también especializarse dentro de las distintas ramas de la profesión, pero no puede ser más aquel contador que solo hace registros contables.
El contador profesional debe ser pieza clave en el combate a la corrupción porque entiende los aspectos de control, prevención, auditoría y monitoreo, al mismo tiempo que cuenta con la formación para proporcionar información de forma comprensible, pertinente y confiable.
Dar fe pública constituye un reconocimiento digno a determinados profesionales, pero también constituye una obligación social y legal de quienes hemos sido favorecidos con dicha delegación, generada de la confianza y que también conlleva consecuencias para quienes faltan a la confianza y a la fe que le es debida.
Un profesional idóneo es íntegro y confiable en sus opiniones, con capacidad de independencia mental y funcional para garantizar que nuestros juicios profesionales sobre los entes económicos, en general, son reales, fidedignos o razonables y ajustados a la verdad.
Lo novedoso
La automatización era algo obligatorio y digo era, porque si no se ha logrado aun, estarían sumamente atrasados. Lo que sigue es incluir dentro de nuestras herramientas la inteligencia artificial, es la serie de tecnologías que sirven para emular características o capacidades exclusivas del intelecto humano.
Independientemente del sector, la inteligencia artificial se puede utilizar para analizar grandes cantidades de datos a velocidad y a escala. Tiene la capacidad de detectar anomalías en el sistema y optimizar el flujo de trabajo. Los profesionales de finanzas pueden usar la inteligencia artificial para ayudar con la toma de decisiones comerciales, basándose en información procesable derivada de datos demográficos del cliente, datos transaccionales pasados y factores externos, todo en tiempo real.
Las empresas pueden usar los datos para realizar pronósticos de flujo de efectivo, predecir cuándo el negocio podría quedarse sin dinero y tomar medidas para protegerse de la situación con anticipación.
La profesión contable se está modernizando y se está volviendo más sofisticada. Aunque las reglas de las finanzas siguen siendo las mismas, las reglas de cómo se realiza el trabajo están cambiando y debemos estar preparados.
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