COLUMNA
Por: Edson Villar Da Silva, Líder Regional de la Práctica de Consultoría en Ciber-Riesgo de Marsh
La transformación digital ha llegado para quedarse en el sector corporativo y es el caballo de batalla de muchas marcas que apuestan por innovar en todos sus procesos. Sin embargo, por la urgencia de dichas implementaciones, muchas empresas toman la expresión de forma muy superficial y realizan cambios en el centro de sus organizaciones sin tener en cuenta los riesgos que estar digitalizados puede traer consigo.
Si bien es cierto que las tecnologías informáticas resultan un apoyo para diferentes actividades corporativas, estas también pueden resultar una ventana al peligro al ser un espacio en el que también circulan amenazas cibernéticas.
El Informe Global de Riesgos 2019 del Foro Económico Mundial, realizado junto a Marsh & McLennan Companies, señala que el robo de datos, el fraude digital y los ciberataques son los principales riesgos por probabilidad para este año. Además, el ransomware, una amenaza conocida en los últimos años, puede afectar severamente a las organizaciones a nivel financiero y operacional, pues bloquea el acceso a ciertos archivos del sistema y a cambio pide un rescate.
Si una empresa invierte en modernizar sus operaciones y no está preparada para gestionarla ante estos posibles escenarios, entonces ¿realmente la transformación digital es eficiente? Existe una variedad de casos que demuestran que las organizaciones son más vulnerables por no implementar estrategias de prevención. Por esta razón, se recomienda realizar una evaluación a priori para identificar los principales ciber-riesgos en la compañía, así como un plan de contingencia para cada uno de ellos.
Asimismo, es importante desarrollar planes de concientización sobre el tema de ciberseguridad para que los colaboradores de la organización estén en la capacidad de detectar y reportar amenazas y no caer fácilmente ante sus “trampas”. Se requiere evaluar la implementación de soluciones antimalware y listas blancas, definir una política de actualizaciones de seguridad periódicas en los sistemas de la compañía y tener un plan de respuesta a los ciber-ataques.
Saber cómo gestionar los ciber-riesgos ya es una de las principales preocupaciones presentes en la cabeza de los CIOs y debería de serlo también en los CEOs y en los gerentes de innovación, esta a futuro, será la clave para afrontar las amenazas cibernéticas existentes y que aparecerán con el avance de la tecnología. La adecuada prevención permitirá una transformación digital que no solo sea una “moda”, sino que responda al objetivo de negocio y con cambios profundos en el core de la organización – que por supuesto – deberá de estar 100% protegida.
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