OPINIÓN
Margorieth Tejeira
La pandemia de terror que está provocando el Covid-19 ha ido creciendo a medida que la enfermedad empieza su desplazamiento de continente en continente. En este momento, pueden haber más pacientes con ansiedad, estrés y presión alta, que pacientes contagiados con el virus.
El mundo ya ha vivido verdaderas pandemias como la Plaga de Atenas (430 a.C) que acabó con un tercio de la población, la gripe H1N1(2009-2010) que mató a más de 15,000 personas o el Ébola (2014) que costó la vida a más de cinco mil personas.
Sin embargo, el Covid-19 se estrena en un mundo Vuca, digitalizado, infoxicado, donde las noticias falsas y rumores corren más rápido por las redes y el WhatsApp, que por los canales autorizados.
Por eso, desde mi punto de vista, la verdadera pandemia que tenemos que atender es la de la desinformación y el miedo. Y lastimosamente, estas no se resuelven con el frecuente lavado de manos, como el virus.
Referente en todos los frentes
Para que las autoridades sean los referentes oficiales de toda la información sobre el avance de la enfermedad en sus país, deben adaptar una verdadera estrategia de comunicación que sume lo mejor de las herramientas tradicionales de comunicación y las grandes ventajas que ofrece la era digital.
Las autoridades deben combinar los tradicionales comunicados y ruedas de prensa con infografías, videos, streaming, Facebook live, directos en Instagram y hasta Tik Tok. Es momento de usar estas vías para educar y esparcir los mensajes de prevención, como ya ocurre con los canales de la OMS. Y, por supuesto, desmentir los rumores que surgen con cada nuevo insight de la enfermedad.
Pero no se trata sólo de activar ahora todos los canales y hacer un «copy-paste» del mensaje en cada red. El canal es sólo la vía para llegar a las personas, la clave está en la estrategia de comunicación que se fije la autoridad.
Más que información, hay que convencer y alinear
Basta con colocar «coronavirus» en cualquier buscador y abunda información de todo tipo. En esta era, el problema no es la falta de información, sino el exceso de datos, rumores y «análisis» que cualquier «seudo» experto hace desde un blog y con unos dólares de pauta se cuela en cada búsqueda por Internet.
Este río no se puede detener, pero sí se puede represar. Es allí, donde una adecuada estrategia de comunicación de las autoridades aprovecha las TIC para que su mensaje no sea sólo datos numéricos o una foto de cómo lavarse las manos, sino que se convierte en un verdadero «curador» de información o un cazador de Fake News.
Territorios, comunidades y aliados
Es momento de pasar de la gestión de riesgos a la gestión de oportunidades. ¿Qué información clave están dando los monitoreos de redes y medios que han activado las autoridades? Es una mina de datos para identificar dónde estas las comunidades de científicos, madres, doctores, religiosos y abuelos digitales que necesitan recibir información y sumarse a un escudo de protección.
¿Qué alianzas se han hecho con medios de comunicación, más allá de sus asistencia a conferencias o algunos mensajes de prevención? ¿Qué papel juega los grupos empresariales y profesionales que están bien organizados y que cuenta con una gran red para amplificar la estrategia de las autoridades? ¿Y los influencer o humoristas pueden hacer algo?
No olvidemos al «Dios WhatsApp»
Otra gran diferencia entre el Covid-19 y las anteriores alertas sanitarias es la convivencia con el todopoderoso WhatsApp.
Ese canal «privado» que goza de una rapidez y credibilidad que supera cualquier reporte de CNN. Su poder para hacer virulento cualquier rumor o Fake News está más que comprobado. Ha jugado papeles decisivos hasta en elecciones presidenciales. Nos guste o no su «poder» y alcance no se puede cuestionar.
De nuevo, no podemos detener el río, pero sí represarlo. La estrategia de las autoridades no puede dejar de lado esta herramienta. ¿Cómo hacer un backfire en el mismo canal o usarlo a favor de la estrategia? Un reto, que con algunas tácticas se puede poner en práctica.
De cada crisis se aprende y es cuando más surgen ideas para afrontar los retos. Esta pandemia de desinformación hay que combatirla entre todos.
Margorieth Tejeira es Dir. Senior de Riesgos y Crisis en LLYC