Alma Solís
asolis@noticiasdepanama.com
La pandemia de COVID-19 detendrá temporalmente el crecimiento económico y la consolidación fiscal en Panamá dijo la calificadora de riesgo Standard & Poors (S&P) mientras que afirmaba la calificación del país, pero colocaba la perspectiva en negativo, lo que indica que existe posibilidades que puedan bajar la nota por las presiones sobre las trayectorias económicas, fiscales y de deuda de Panamá.
De acuerdo con la empresa, el menor crecimiento tendrá como resultado que el déficit fiscal del gobierno aumentará en 2020, y su deuda seguirá una trayectoria ascendente en los próximos años.
S&P tiene para Panamá unas calificaciones crediticias soberanas ‘BBB + / A-2’ y para conservarla se debe observar en los próximos meses dependerá de los ajustes fiscales y la trayectoria de la deuda en los próximos meses.
“La perspectiva negativa refleja el riesgo de que el impacto de la pandemia de COVID-19 y la recesión económica mundial puedan socavar las perspectivas de crecimiento del PIB de tendencia de Panamá, que son clave para estabilizar el perfil financiero a largo plazo del soberano” indicaron la noche de este viernes 24 de abril.
En el comunicado señalaron que la perspectiva negativa refleja su visión de los riesgos a la baja para las métricas económicas y fiscales de Panamá durante los próximos seis a 24 meses.
Advirtieron que podrían bajar la calificación si el ritmo de recuperación económica después de la recesión en 2020 es más lento de lo esperado, lo que podría reflejar perspectivas de crecimiento del PIB de tendencia más bajas. También se vería una baja si el impacto de la recesión económica actual y la respuesta de la política del gobierno a la misma conducen a grandes déficits fiscales que se prolongan y debilitan las finanzas públicas, lo que resulta en una carga de deuda neta creciente y aumenta los pagos de intereses del gobierno como parte de ingresos fiscales.
Pero en el lado positivo la calificación volvería a tener una perspectiva estable si la trayectoria de la deuda del gobierno sugiere una tendencia decreciente en los próximos tres años una vez que se reanude el crecimiento del PIB, o si la posición de la deuda externa del país mejora significativamente durante este período.
“Las medidas recientes que ha anunciado el gobierno ayudarán a estabilizar la economía y abordar los costos sociales y de salud inmediatos asociados con COVID-19. Sin embargo, la pandemia ejercerá presión sobre la posición fiscal este año y aumentará el stock de deuda soberana. El alto gasto de capital del país en los últimos años le da cierto margen para hacer ajustes fiscales, y su buen acceso a financiamiento externo en condiciones favorables fortalece su capacidad para abordar el shock” dijo S&P.
Agregaron que las calificaciones en Panamá reflejan el crecimiento persistentemente alto del PIB del país, que ha contribuido a una economía cada vez más diversificada y resistente. Las calificaciones están respaldadas por la moderada carga de la deuda soberana y la administración prudente de la deuda.
En cuanto a crecimientos , la calificadora reafirma la contracción del 2% que han anunciado ya los organismos internacionales sobre la proyección de crecimiento del país para el 2020 y esperan un 4% en los próximos tres años.
Esperan que la construcción, el turismo y las tiendas minoristas se vean gravemente afectadas por las políticas para contener la pandemia. El aumento de la producción de cobre en una nueva mina por Cobre Panamá, que comenzó en octubre de 2019, podría ser más lento de lo esperado debido a la pandemia.
“La minería puede ser menos favorable al crecimiento del PIB en el corto plazo debido a las restricciones impuestas como resultado de la pandemia y una caída en los precios de los productos básicos” dice el documento.
Advierten que dada la importancia del sector logístico de Panamá, una interrupción persistente en el comercio internacional aumentaría los riesgos a la baja para el crecimiento económico, lo que podría dañar las perspectivas de crecimiento de la tendencia.
De acuerdo con el analista Ernesto Bazán presidente de la calificadora de riesgo EB Ratings, Panamá está atravesando por un momento fiscal muy difícil. El déficit fiscal ya se encontraba alto (por encima de 3%) en 2019. Las atenciones a los efectos de pandemia, la disminución en la recaudación y las restricciones de liquidez que se avecinan ponen al país en una situación delicada desde el punto de vista fiscal.
«Lo anterior, en un contexto de decrecimiento del PIB implicará que continúe incrementándose el ratio deuda pública/PIB y podría desmejorar la posición relativa de Panamá respecto de otros países en cuanto a calificación» dijo Bazán a SNIP Noticias.
De acuerdo con el analista una baja de calificación, automáticamente baja el techo soberano y podría afectar la calificación de varias entidades panameñas que tienen calificación internacional (por ejemplo, la ACP, Ensa, el Banco Nacional, entre otras).
«La otra consecuencia de las reducciones en las calificaciones sería que el costo de la deuda se incrementaría y consiguientemente aumentaría el déficit fiscal a través d e mayores gastos financieros» puntualizó Bazán.