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Es el momento de hacer ajustes fiscales aprovechando que las economías de América Latina y el Caribe han cobrado impulso luego de un año de escaso crecimiento y seis de estancamiento, de esta forma estarán preparados para futuros bajones de la economía así lo ve el Banco Mundial.
Para el organismo esta es una oportunidad de que los países fortalezcan sus posiciones fiscales y sienten las bases para un crecimiento inclusivo de largo plazo. Teniendo en cuenta que a pesar de estas señales positivas, 31 de los 32 países latinoamericanos y caribeños registraron déficit fiscal en 2017, mientras que la deuda pública de la región es de 57,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En su último informe semestral “Ajuste fiscal en América Latina y el Caribe: ¿Costos en el corto plazo, beneficios en el largo?”, la Oficina del Economista Jefe del Banco Mundial para la región examina el impulso del crecimiento como resultado en gran medida de un entorno externo positivo, que incluye aumentos en los precios de los commodities, crecimiento de Estados Unidos y China, y una alta liquidez internacional. Sin embargo, muchos países presentan una situación fiscal frágil luego de años de débil crecimiento.
El docuemento indica que América Latina y el Caribe creció 1,1% en 2017 y se espera que crezca 1,8% en 2018 y 2,3% en 2019, de acuerdo con el informe. Excluyendo a Venezuela, el crecimiento estimado es de 2,6 en 2018 y 2,8 en 2019.
Centroamérica se espera que crezca un 3,8 por ciento en 2018 y 2019, mientras que la expansión del Caribe se estima en 3,5 en 2018 y de 3,4 por ciento en 2019.
“Los persistentes déficit y altos niveles de endeudamiento pueden poner en riesgo los logros alcanzados en las últimas décadas, como la baja inflación, la reducción de la pobreza y la desigualdad y la generación de crecimiento inclusivo”, dijo Carlos Végh, Economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe quien agregó que a largo plazo, menores déficit fiscales y menores cargas de deuda ayudarían a consolidar estos logros y a impulsar el crecimiento”.
Varios países como Ecuador, Uruguay, México, Colombia, Argentina, El Salvador y Panamá han comenzado ajustes fiscales graduales. “Ahora es el momento de apurar el paso de reformas fiscales y estructurales y de fortalecer o implementar reglas fiscales, según sea el caso”.
El banco Mundial recomienda que estos ajustes sean graduales y no centrarse en el recorte a la inversión pública o las transferencias sociales, las cuales resultan vitales para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. La inversión en infraestructura es particularmente importante. El gasto ineficiente e improductivo debe volverse el foco de las reformas.