Redacción
Un estudio publicado por la Asociación Americana del Corazón (JAHA, por su sigla en inglés) en junio pasado en el que vinculaba el uso de cigarrillos electrónicos con el riesgo de infarto tomó un nuevo giro esta semana cuando la JAHA se retractó de los resultados de la citada investigación.
Los editores del Journal de la Asociación publicaron una nota retractándose del estudio e indicando que el mismo posiblemente estuvo basado datos engañosos y que no tomaba en cuenta determinada información de una encuesta de evaluación de la población sobre el tabaco y la salud crítica para la investigación.
Desde su publicación en junio pasado, el citado estudio generó la reacción de especialistas y académicos de escuelas de salud pública como las universidades de Yale, Nueva York y el King’s College de Londres, que enviaron una nota a la Asociación cuestionando la validez del estudio y la metodología utilizada para llegar a esa conclusión, ya que según dichas instituciones “muchos de los infartos de miocardio utilizados en el cálculo de la asociación entre el uso de cigarrillos electrónicos y el riesgo de infartos ocurrieron antes de que estas personas utilizaran los cigarrillos electrónicos por primera vez”.
Con su retractación pública, la JAHA dio validez a las críticas que sustentaban que las conclusiones del estudio fuesen «poco fiables». El estudio originalmente publicado en junio concluía que el uso de cigarrillos convencionales como de cigarrillos electrónicos suponía un riesgo similar, mientras que hacer ambas cosas al mismo tiempo era una opción aún más peligrosa que podía aumentar la probabilidad de sufrir un ataque de corazón.
En Panamá se debate actualmente, en la Comisión de Salud de la Asamblea de Diputados, un proyecto de ley que busca prohibir la comercialización de los cigarrillos electrónicos.