Demóstenes Pérez Castillero
Históricamente, el manejo logístico de los gobiernos nacionales ha mostrado fallos significativos, especialmente en la salud pública. La adquisición y distribución ineficiente de medicamentos, insumos médicos, reactivos de laboratorio, así como otros equipos de salud, es uno de los problemas más graves que afectan a los ciudadanos. Esto resulta en desabastecimientos y productos caducados por no llegar a los pacientes a tiempo, exigiendo una intervención urgente.
La cruda realidad es que la ejecución logística de la salud pública ha sido históricamente deficiente por decir lo menos, manejadas por administraciones incapaces de llevar apropiadamente este pilar de nuestro país. Este patrón de ineficiencia no solo genera un desperdicio de recursos, sino que también pone en riesgo la vida de los más vulnerables. Además, la politización de los organismos de salud ha exacerbado los problemas, priorizando compras y contrataciones bajo lineamientos políticos sobre la selección de profesionales idóneos en materia logística. Una burocracia impresionante incrustada en los procesos, la cual lejos de proveer controles previos, abre las puertas para manejos inapropiados. Ejemplos de esto hay de sobra…
Hemos visto la adquisición de sistemas informáticos no aptos para la administración de inventarios, distribución y planificación de la demanda. Estos sistemas, inadecuados para manejar los volúmenes de transacciones que requieren estas entidades, no permiten un control efectivo ni una visión clara del estado de los inventarios y suministros, lo que contribuye a la caducidad de medicamentos y otros productos vitales antes de llegar a los usuarios.
La ausencia de procesos y sistemas de gestión en las operaciones logísticas ha impedido la implementación de buenas prácticas y la estandarización de procedimientos. Sin un marco adecuado, la improvisación y la falta de coordinación se han convertido en la norma de funcionamiento, afectando negativamente la eficiencia del sistema. La resistencia de las autoridades a adoptar estándares globales en la logística y salud gubernamental nos ha llevado a procesos desorganizados y una falta de estructura que facilite la eficiencia y la trazabilidad.
El pobre diseño y mantenimiento de las instalaciones logísticas que sirven al Estado ha resultado en espacios inadecuados para el almacenamiento y manejo apropiado de medicamentos, insumos médicos y equipos. Estas deficiencias estructurales limitan la capacidad de gestionar eficientemente los inventarios y asegurar la calidad de los productos almacenados.
La falta de procedimientos basados en las mejores prácticas para compras y abastecimiento ha resultado en una adquisición ineficaz de medicamentos y suministros, exacerbando problemas de disponibilidad y calidad. Sin querer entrar en detalle, uno de los temas más conflictivos son los altos costos y la renuencia a la incorporación a más medicamentos genéricos certificados.
Hacia dónde deben enfocarse los equipos directivos de estas instituciones y el Ejecutivo?
Mejorar la Planificación Logística: Implementar sistemas de planificación y gestión logística avanzados que aseguren la compra y distribución adecuada de medicamentos, insumos médicos y equipos. La adopción de tecnologías como el análisis predictivo y el seguimiento en tiempo real puede mejorar significativamente la eficiencia.
Incorporación de Profesionales y Mejora del Recurso Humano actual: Invertir en la capacitación de personal para manejar eficientemente la distribución de productos médicos. Incorporar programas de formación continua y certificaciones en logística de salud son esenciales. Integrar a profesionales de las universidades estatales, para real;izaer práctivas profesionales y trabajos de investigación, exigir como norma a los estudiantes becados con fondos estatales que se gradúan en carreras relativas a la administración de la cadena de suministros laborar como mínimo dos años para estas instituciones y aplicar los conocimientos por los que pagamos los contribuyentes.
Considerar la Tercerización de Servicios Logísticos: Evaluar la tercerización de servicios logísticos a organizaciones con experiencia y capacidad demostrada en el manejo de la cadena de suministro. Estas empresas pueden ofrecer soluciones más eficientes y adaptadas a las necesidades del sector salud. En el ámbito privado, cuando una organización enfrenta retos de crecimiento o fallas de servicio y no cuenta con los conocimientos, experiencia, recursos e infraestructura logística adecuados, se contratan operadores logísticos que realizan estas labores con procesos eficientes y seguros. Esto permite a la organización dedicarse a lo que sabe hacer mejor: brindar atención y salud a los ciudadanos.
Ante la ignorancia de los directivos de estas instituciones en materia logística, se opta por hacer lo que siempre han hecho: comprar activos bajo premisas erradas, contratar personal sin los conocimientos ni las razones adecuadas o para la función requerida, e invertir en infraestructura sin los criterios correctos. Esto da como resultado un sistema de salud pública colapsado como el que tenemos.
Implementar Sistemas de Control: Establecer sistemas de control y trazabilidad que aseguren que los medicamentos, insumos médicos y equipos lleguen a su destino a tiempo y en condiciones óptimas, que se entreguen a los pacientes correctos es decir a los que realmente los requieren. Herramientas de gestión de calidad y auditorías regulares son vitales para mantener altos estándares.
Mejorar el diseño y mantenimiento de las instalaciones logísticas del Estado para asegurar que sean adecuadas para el almacenamiento y manejo de medicamentos, insumos médicos y equipos. Esto incluye la modernización de almacenes hospitalarios, centros de distribución y la implementación de mejores prácticas de mantenimiento.
Adoptar Políticas de Compras y Abastecimiento Basadas en Mejores Prácticas: Desarrollar y aplicar políticas de compras y abastecimiento que sigan las mejores prácticas internacionales, asegurando una adquisición eficiente y efectiva de medicamentos y suministros.
Implementar Estándares Globales: Adoptar estándares globales en materia de logística y salud para asegurar que los procesos sean organizados, eficientes y trazables. La implementación de estas normas ayudará a establecer un marco de referencia que garantice la calidad y la efectividad de los servicios logísticos en salud.
Es fundamental que la nueva administración aborde estos problemas logísticos con urgencia y determinación, asegurando una distribución eficiente y efectiva de medicamentos, insumos médicos, reactivos y demás equipos relacionados para mejorar la salud pública en Panamá. Con las medidas adecuadas, es posible transformar el sistema de salud y brindar a los panameños el servicio de calidad que merecen. Las soluciones están al alcance, pero requieren voluntad política, visión de Estado y un enfoque estratégico en la profesionalización y modernización de la gestión logística gubernamental.
Demóstenes Pérez Castillero es miembro del consejo directivo de GS1 Panamá y experto en la administración de la cadena de Suministros
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