Alma Solis
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La calificadora de riesgo Moodys sobre el precio del petróleo y el impacto que causa la baja de este en el sector financiero, indicando que el mismo elevan los riesgos.
En el documento se destaca que la fuerte interrupción de oferta y demanda al inicio de este año no representa un cambio estructural para la industria petrolera global y no afectará los fundamentales de largo plazo de las petroleras.
Igualmente esperan que las compañías de petróleo y gas estén muy alertas del manejo de su liquidez en 2020, reduciendo inversiones de capital y posiblemente reduciendo o suspendiendo pagos a accionistas en tiempos de menor generación de flujo de efectivo operativo y de acceso limitado a los mercados de capitales.
«La mayor volatilidad de precios y la depresión de los precios del petróleo y el gas natural afectan de manera más directa a las compañías de exploración y producción y de servicios relacionados con estas actividades, especialmente a aquellas que tienen necesidades de refinanciamiento en los próximos 6-12 meses» señala la calificadora.
Por otro lado, el sector de midstream (incluye procesamiento, almacenamiento y distribución) se beneficia de la baja exposición a precios de los commodities y de contratos un tanto protectores para el acopio, transporte y almacenamiento de hidrocarburos, mientras que el sector de refinería equilibra el beneficio de la fuerte disminución de precios de los petroquímicos con la menor demanda de productos de combustibles en 2020.