Alma Solís
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En el comentario más reciente sobre Panamá, emitido por Moody’s, la calificadora de riesgo se sumó al pronóstico de una caída del 10% para la economía del país canalero en este 2020, sin embargo, se mantiene optimistas en cuanto a una rápida recuperación y su fortaleza frente a otros países de la región, viendo al país alcanzar un 4,5% en el 2021.
El informe de Moodys indica que la pandemia de coronavirus pesará significativamente en la economía de Panamá en 2020: pronosticando una contracción del 10% en el PIB real.
La parte espera que aunque en los próximos años el crecimiento será más moderado en relación a los últimos 10 años, seguirán respaldadas por la capacidad ampliada del Canal de Panamá y la inversión continua en el país. En general, Panamá continuará mejorando su posición como centro logístico regional.
La calificadora ha mantenido la nota de Panamá «baa1» y su perspectivas en estable, y confía que el perfil crediticio del país se beneficia de su historial de fuerte crecimiento económico sostenido debido a sus altos niveles de inversión y al papel global del Canal de Panamá. Aunque esperan que la pandemia de coronavirus pese mucho sobre el crecimiento en 2020 y dé lugar a métricas de deuda más débiles.
Cuando analizan a detalles el perfil de la calificación y los puntajes obtenidos la fortaleza económica es de baa1, e incluso han mejorado la relacionada al peso dela deuda pasándola de baa3 a baa2.
Otros los puntos que mencionó nuevamente Moodys es que en términos de gobernabilidad, el control de la corrupción es uno de los desafíos más urgentes de Panamá. “Panamá puntúa mal en este aspecto de Fortaleza institucional” indicaron, agregando que además “el país tiene un pobre historial de cumplimiento de sus reglas fiscales, lo que también limita nuestra evaluación de la eficacia institucional para el soberano”.
Advirtieron que establecer un historial de prudencia fiscal será clave para apoyar la estabilización de las métricas de deuda y el perfil crediticio de Panamá, particularmente debido a las restricciones de dolarización.
Una mejora en su perfil de calificación vendría del manejo sólido del historial de cumplimiento de las nuevas reglas fiscales, también si demuestran demostrar disciplina fiscal, lo que respaldaría la credibilidad de las políticas y conduciría a una disminución significativa de los coeficientes de endeudamiento.
Otro punto es si ven esfuerzos continuos fortalecer su capacidad de generación de ingresos “Un impulso adicional al alza surgen si las autoridades abordan de manera proactiva los pasivos contingentes potenciales relacionados con el sistema de Seguridad Social”.
Ahora del otro lado de la moneda lo que podría llevar a una baja en la calificación es que la calificación podría rebajarse si una consolidación fiscal insuficiente conduce a un deterioro continuo de las métricas de deuda; el gobierno no puede cumplir con los topes de déficit del sector público no financiero establecidos en la regla fiscal; o un debilitamiento del gobierno ingresos o la materialización de pasivos contingentes conduce a mayores déficits fiscales y acumulación de deuda que se traduce en mayores ratios de deuda pública.
¿Qué observa Moodys?
- »Una economía dinámica basada en servicios con un historial de alto crecimiento sostenido
- »Un perfil de deuda favorable, con bajo riesgo de refinanciamiento y sin riesgo de tipo de cambio
- »Flujo estable de ingresos fiscales asociado con transferencias desde el Canal de Panamá
- Desafíos crediticios
- »Una base de ingresos relativamente pequeña, que pesa sobre la asequibilidad de la deuda.
- »Una carga de deuda moderada, que se ha deteriorado en los últimos años
- »Limitaciones a la gestión de la política económica planteadas por la dolarización