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Los reguladores panameños han señalado que no pueden hacer licitaciones de energía para contratar lo que se se necesitará en los próximos años.
Las licitaciones para las contrataciones futuras de energía en Panamá están suspendidas hasta que la Corte Suprema de Justicia (CSI) no resuelva un caso entre la Autoridad de Servicios Públicos y la empresa NG Power.
La Disputa es porque la empresa debía construir una planta de GAS de 300megawatts, pero le fue retirada la licencia por supuesto incumplimiento. El caso hoy está sin definirse desde hace varios años.
Ahora al no tomarse una decisión la Secretaria Nacional de Energía y la ASEP explicaron que no pueden planificar a futuro la estrategia energética del país, ya que si se realiza una licitación para la contratar la energía que se necesitará en los próximos años y la Corte decide que se debe hacer el proyecto de NG Power existe riesgo de una sobreoferta. Mientras que si se decide esperar y no se logra obtener pronto una decisión sería tarde para una licitación y puede generarse desabastecimiento.
“El efecto más grande de que este proyecto entre o no, lo va ser el impacto sobre una posible sobreoferta o sobrecontratación que va haber en el mercado local y que puede causar estragos económicos a muchos de los jugadores” dijo Víctor Carlos Urrutia, secretario Nacional de Energía.
Actualmente la demanda de energía en Panamá es de unos 1620 megavatios y la capacidad de generación esta entre unos 2,000 megavatios una diferencia holgada y adecuada para el mercado según el regulador porque existen momentos en que algunas plantas deben salir del sistema para hacer reparaciones o mantenimientos.
“No tenemos peligro de déficit a corto plazo con el crecimiento que vemos en 2 o 3 años” explicó Urrutia.
La situación se complica es después del 2022, El crecimiento promedio de la demanda energética en Panamá es de 6% .Por lo que según Urrutia para tener listo lo que se necesita en energía después de esa fecha se debe construir en estos momentos, debido a que toma tiempo, de entre cuatro a cinco años, hacer la licitación y luego construcción.
El proyecto debió ser entregado de NG Power debió entrar en el 2017 y es a 20 años, es el más largo y tiene el precio más alto según Urritia y el administrador de la Autoridad de Servicios Públicos, Roberto Meana.
Pero la energía que se necesitaba se contrató, pero con tecnología menos eficiente a menor plazo.
Tanto Meana como Urrutia están solicitando que se defina la situación para poder hacer la planificación correcta.