Alma Solís
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La Superintendencia de Bancos de Panamá afirmó que la rebaja de calificación que hizo Fitch Ratings podría tener implicaciones en ciertos activos de los portafolios bancarios y también advirtieron que la pérdida del grado de inversión del país podría generar aumento de tasas y provocar impagos.
«Si bien Panamá mantiene la calificación de Grado de Inversión por otras dos agencias, es importante mencionar que el downgrade aplicado por Fitch podría tener implicancias, particularmente en ciertos activos de los portafolios bancarios» indica el informe publicado por el regulador bancario este jueves 4 de abril.
Igualmente senalaron que la acción de Fitch estaba en linea con las previsiones previamente emitidas en 2023 por la Superintendencia de Bancos de Panamá. Este cambio implica que Panamá ya no se encuentra dentro de la categoría de Grado de Inversión según los criterios de Fitch Ratings.
De acuerdo con el regulador bancario este ajuste podría influir en futuras evaluaciones de los bancos por parte de Fitch, derivadas del cambio en la calificación soberana del país.
«Estos efectos se vienen monitoreando desde el año pasado, ya que tienen el potencial de alterar las estrategias de inversión a corto y medio plazo, lo cual podría tener un impacto clave en el desempeño del portafolio y calidad de la cartera» indica el documento.
«Es relevante mencionar que una eventual pérdida del grado de inversión de manera completa (una reducción por parte de dos calificadoras) podría conllevar a un incremento en las tasas de interés en diversos segmentos del crédito en el sistema bancario nacional y este aumento en las tasas podría elevar los riesgos de impago, ya que los costos de financiamiento más altos podrían dificultar la capacidad de los deudores para cumplir con sus obligaciones.
Agregan que en este contexto, es aconsejable una gestión de riesgo prudente y previsora tanto para las instituciones financieras como para los solicitantes de préstamos.
«Los bancos y otras entidades crediticias deben intensificar el análisis de riesgo crediticio de sus portafolios, ajustando las estrategias de asignación de capital y las políticas de provisiones para reflejar un panorama de riesgo en evolución».
A los potenciales tomadores de crédito le recomendaron que deben aplicar una disciplina financiera rigurosa al valorar su capacidad y necesidad de asumir nuevas deudas, considerando escenarios de costos posiblemente más elevados y evaluando meticulosamente su capacidad de cumplimiento bajo condiciones financieras más exigentes. Este enfoque no sólo es esencial para la sostenibilidad individual de los tomadores de crédito, sino también para la estabilidad y la salud general del ecosistema financiero.
Al cierre del mes de febrero de 2024 las operaciones del Centro Bancario Internacional (CBI) continuaron presentando adecuados indicadores de solidez financiera y desempeño. Los más recientes indicadores de solvencia y liquidez legal registraron niveles de 15,34% y 56,97%, respectivamente.