OPINION
Luis Alberto Morán A.
En momentos en que se debate el futuro de la Caja del Seguro Social (CSS), el sector de la Construcción representa una oportunidad concreta para inyectar recursos a la institución a la vez que mejora la perspectiva de empleos e inversiones.
No es un secreto que el sector de la construcción es un motor clave para la economía, no solo por su aporte en términos de producción, sino también por el efecto multiplicador que tiene en el país, principalmente en la generación de empleo, que tanto necesita esta economía.
Pese a ello, se observa que el sector construcción refleja una disminución importante, que debe ser tomada en cuenta, para elaborar las políticas públicas correctas, con miras a potenciar esta actividad y a su vez, dinamizar el crecimiento de una economía, que hoy está creciendo a la mitad, en cuanto al Producto Interno Bruto.
Este año, en los datos publicados hasta agosto, se observa una disminución en el valor de las construcciones, reparaciones y adiciones, a nivel nacional. Cuando se observan el valor de los permisos y el potencial de las inversiones, la mayoría de municipios, en lo que va del año tienen resultados negativos. En el mes de agosto, a nivel nacional, dicho valor de las construcciones cayó 35.8%, cuando se compara con el mismo periodo del año anterior.
El valor de las construcciones refleja tanto el interés, potencial y capacidad para construir en el país, a través de la aprobación de los permisos de construcciones, en los respectivos municipios. El pasado mes de mayo, cuando se compara con el mismo periodo del año anterior, cayó 49.8%, reflejando la realidad del sector.
Específicamente en el Municipio de Arraiján, la disminución del valor de los permisos de construcción, disminuyó significativamente en agosto, cuando se compara con el año anterior. La caída en ese municipio fue de 94.4%.
La variación porcentual del Producto Interno Bruto también ha reflejado una disminución notable con respecto al trimestre anterior. Cuando se observa el segundo trimestre de este año, una variación del 13%, siendo menor al primer trimestre de 20%.
El valor de las construcciones – en agosto 2024- ha caído de manera considerable, en proyectos residenciales -48.1%, mientras que, en proyectos no residenciales, la disminución mensual fue de -8.7%.
La disminución en proyectos residenciales viene por múltiples factores, principalmente la disminución de la economía (período electoral) y la falta de políticas que permitan potenciar este sector clave para el país. En este sentido, se ha observado un impacto significativo a los clientes, productos del incremento en las tasas de interés, lo cual reduce su capacidad de pago y poder adquisitivo.
Lo anterior, va de la mano de una falta de políticas de empleo de la economía panameña, donde no se observa, generación de empleo formal, esto impacta en el interés, y compra del principal activo de una familia, una vivienda. Sumado a ello, el promedio salario de los panameños, el cual es muy diferente entre la capital y el interior del país.
Esto se puede mejorar con el mayor apoyo por las entidades financieras, quienes pueden apoyar mucho al sector de la construcción, principalmente proyectos residenciales, mejorando los procesos de aprobación de proyectos, así como las facilidades de compra por parte de las familias. Se ha observado una disminución considerable en la aprobación de préstamos nuevos por parte de los bancos.
La cartera de créditos locales del sector construcción, cayó 3.1%, cuando se observan todos los sectores de la economía, reflejando la realidad de esta importante actividad y los resultados que se vienen presentando, y que deben ser considerados para mejora de la economía y reducir el riesgo dentro de la actividad.
Los grandes problemas que desata no atender un sector construcción pujante, van de la mano con el deterioro de la infraestructura, el crecimiento desordenado y con la proliferación de asentamientos informales.
Se debe cuidar el tejido productivo del país, es decir, la empresa privada, que ha demostrado su capacidad de producir y generar empleo, dentro de esta actividad y la construcción de viviendas.
El autor es economista y docente universitario.
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