OPINIÓN
Por Mario Alberto Esparza
En un entorno de transformación digital que viven las compañías a nivel mundial para ser más eficientes y adaptarse a la nueva normalidad, sin duda el capital humano es lo que sostiene la operación de cualquier organización en Panamá o empresa del mundo, ya que es ahí donde brota la innovación, colaboración y resiliencia para afrontar retos tan diversos como una pandemia o crisis económica, sin perder el enfoque humano.
Según el Foro Económico Mundial, se estima que, después de la crisis sanitaria, el 54% de los empleados requerirán una actualización (re-skilling) y mejora de habilidades (upskilling) significativas para 2022.
Por su parte, el Centro Nacional de Competitividad de Panamá en su estudio «Evolución de los Indicadores de Competitividad 2020» detalla que la nación ha perdido competitividad en el pilar de habilidades, el cual evalúa el nivel general de competencias del capital humano, así como la cantidad y calidad de la educación.
Del 2017 al 2019, el país centroamericano perdió 9 posiciones, al pasar del lugar 79 al 88 entre un total de 141 países, lo cual refleja la falta la necesidad de impulsar las capacidades en temas digitales y promover una enseñanza centrada en el análisis y raciocinio de las problemáticas actuales y cómo darles solución.
Durante la presentación del informe del Banco Mundial «Desatando el potencial de crecimiento de América Central» en abril de 2021, el organismo mencionó que la región alcanzó cierta estabilidad macroeconómica desde los años 90, siendo Panamá el país que destaca en materia de crecimiento, al demostrar una tendencia sostenida desde la década de los 50. No obstante, el estudio resaltó la necesidad de priorizar la inversión en capital humano, infraestructura y hacer más flexible el mercado laboral.
En este contexto, el uso de herramientas tecnológicas e idiomas serán relevantes, sin embargo, hoy más que nunca cobran gran relevancia las palabras del escritor y poeta portugués José Saramago: “lo que el hombre tiene que hacer en la tierra es acercar a los seres humanos, unos con otros”. Éste será el papel que realizará en las compañías el profesional de Desarrollo Organizacional, mejor conocido como deoísta, el cual se encargará de gestionar el cambio de cara a la nueva normalidad.
Esto permitirá crear comunidad y desarrollar en los equipos de trabajo soft skills como comunicación, flexibilidad, liderazgo, paciencia, persuasión, resolución de
problemas, trabajo en equipo, gestión del tiempo y ética laboral, se trata de conceptos que serán muy valorados por los empleadores y gestores de equipos.
Para lograr este cambio en Panamá y toda Iberoamérica, la Asociación de Profesionales en Desarrollo Organizacional de México, PRODESO, que dirigen Ana Elena Espinosa y Oscar Avila Mata, realizará de manera virtual del 20 al 22 de Septiembre el 2° Foro Iberoamericano de Desarrollo Organizacional La Nueva Era de los Resultados.
Con la participación de más de 70 líderes y expertos de 16 países -Panamá, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, Venezuela, España, Guatemala, Cuba, El Salvador, Honduras, México, Puerto Rico y República Dominicana-, la segunda edición busca ofrecer conocimiento y mejores prácticas a las organizaciones para ajustarse a la nueva realidad, pero con un enfoque centrado en lo que en este momento es su mayor preocupación: los resultados.
La edición 2021 del foro se transmitirá en los canales digitales de PRODESO (Facebook Live y YouTube) con una audiencia cercana a las 150 mil personas entre profesionales de Recursos Humanos, consultores en Desarrollo Organizacional (deoístas), líderes de proyecto, asociaciones, universidades, académicos, profesores y estudiantes de carreras afines.
Cabe destacar que para la 2° Edición del Foro Iberoamericano de D.O. se eligió a España, uno de los principales referentes de D.O. en la región, como País Destacado, y se contará con una presencia importante de la Asociación Profesional para el Desarrollo Organizacional (APDO) de ese mismo país.
El cambio en Panamá y Centroamérica ya inició, por lo cual será clave aprender a gestionarlo, alcanzar los resultados y dar pasos firmes hacia el desarrollo y consolidación de los negocios de la región. El rol del deoísta será trascendental en el futuro próximo. ¡No le perdamos la pista!
Desde hace años se pronostican grandes cambios en las habilidades requeridas para el trabajo, pero la pandemia aceleró la necesidad de esta transformación. Para el desarrollo de estas nuevas habilidades se considera que la tecnología es la herramienta más poderosa para lograr una revolución con resultados a corto plazo.