Alma Solís
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El ministro de Comercio e Industrias, Ramón Martínez, anunció la decisión adoptada por el Gobierno Nacional de iniciar la desregulación parcial y progresiva de la medida conocida como Control de Precios, liberando inicialmente ocho productos, los cuales no deben repercutir en un incremento al precio de la canasta básica.
El control de Precio fue una medida adoptada por el ahora expresidente Juan Carlos Varela que prometía bajar el precio de la canasta básica, y el mismo se adopto desde el primer día de su administración.
De los 22 productos controlados, quedan liberados el jarrete, lentejas, porotos, pecho, macarrones, huevos, tuna y chuleta de cerdo, tal como lo indica el Decreto Ejecutivo No. 97 del 4 de julio de 2019, que lleva la firma del presidente de la República, Laurentino Cortizo y del titular del MICI.
La vigencia de la nueva medida inicia el 7 de julio y tendrá una duración máxima de seis meses. Los catorce rubros que se mantienen bajo regulación son: babilla, bistec de cinta con hueso, carne molida de primera, pollo entero, arroz de primera, cebolla amarilla, ñame, papa nacional, tomate nacional de perita, yuca, leche en polvo, pan de molde blanco, queso amarillo y salchichas.
El ministro de Comercio explicó que los rubros que son liberados son aquellos que disponen de suficiente oferta en el mercado, poseen un impacto bajo dentro de la regulación, e incluso en algunos, el precio tope está por encima del precio que el mercado plantea.
“Los factores externos que en su momento provocaban un incremento significativo en los precios de algunos alimentos se han estabilizado, como lo es el nivel de inflación que se mantiene controlado, así como el precio del petróleo, que según los expertos no debería sufrir alzas drásticas en los próximos años”, afirmó.
La actual administración ha prometido que aplicará este Gobierno, es la implementación de políticas públicas que propicien aumentar la oferta interna y fomenten la mayor productividad y competitividad de los productores nacionales, a fin de que el consumidor obtenga productos más accesibles y con igual calidad. Paralelamente, se incrementará un esquema de libertad vigilada, a fin de estar pendientes de la posible especulación en la cadena de comercialización.