ESPECIAL PARA SNIP NOTICIAS
Mary Carmen Barrios
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El 1 de mayo se conmemora el día Internacional del trabajador, el cual es celebrado oficialmente en cerca de 80 países y extraoficialmente en muchos otros. Fue instituido por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional (París,1889) como homenaje a los Mártires de Chicago, así denominado un grupo de sindicalistas que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos por realizar un reclamo laboral. Los trabajadores demandaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas, ya que solían trabajar hasta 16 horas diarias. Ante la presión de los paros el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó una ley que se estableció el horario que estaban demando.
Otra gran lucha en el mercado laboral ha sido y sigue siendo la igualdad de género. Existe una amplia evidencia de que invertir en mujeres es la forma más efectiva de levantar comunidades, compañías e incluso países. Los países con más igualdad de género tienen un crecimiento económico mayor de acuerdo al estudio “The Bottom Line: Corporate Performance and Women’s Representation on Boards”. Organismos como la Organización Marítima Internacional (OMI) han adoptado un enfoque estratégico para incrementar el aporte de las mujeres como participantes clave del sector marítimo. La OMI continúa apoyando la participación de las mujeres, tanto en trabajos en tierra como a bordo, comprometida a ayudar a sus Estados Miembros a cumplir con la Agenda 2030 de la ONU para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Pero aunado a estas dos grandes luchas, hoy día los trabajadores nos encontramos frente a un nuevo desafío: El COVID-19, que tiene amplia repercusión en el mundo laboral.
De acuerdo con la Organización Internacional de Trabajo (OIT), además de la intranquilidad que provoca a corto plazo para la salud de los trabajadores y de sus familias, el virus y la consiguiente crisis económica repercuten adversamente en tres aspectos fundamentales: niveles de desempleo y sub-empleo, implicaciones negativas para los ingresos por el trabajo y aumento de trabajadores en situación de pobreza. Los trabajadores y las empresas nos enfrentamos a tiempos de cambio, tanto en economías desarrolladas como en las que están en desarrollo, por lo que tenemos que actuar con rapidez, decisión y coordinación, implementando las medidas correctas y urgentes, ya que éstas pueden hacer la diferencia entre supervivencia o el colapso.
Superar la crisis no es responsabilidad única de los gobiernos. Nos corresponde a los ciudadanos el enfilar nuestros talentos, competencias y energías no a luchar contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo, abiertos al aprendizaje que nos deja esta pandemia en preparación para el futuro.
Mary Carmen Barrios, MBA es Gerente Regional Wallenius Wilhelmsen Ocean
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