Redacción
snip@noticiasdepanama.com
“Vapeo: Reducción al daño, una alternativa vetada en Panamá”, bajo este título se realizó el primer conversatorio en Panamá para conocer la experiencia de exfumadores, especialistas, expertos en la materia y pacientes de cannabis medicinal sobre el vapeo y los dispositivos electrónicos.
Los organizadores explicaron que la actividad tenia como fin ampliar el diálogo sobre este tema entre grupos de interés en el país. Contó con la participación de Roberto Sussman, doctor en Física del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM y Director de Pro-Vapeo México AC y José Manuel Mier, médico especialista en Cirugía Robótica y conferencista internacional, experto en cáncer de pulmón y resiliencia de México.
Igualmente estuvo presente Tomás Sánchez, presidente de la Asociación de Reducción de Daños por Tabaquismo de Panamá (ARDTP) y Jorge Altamirano Duque (Hijo), presidente de la Asociación Nacional de Cáñamo de Panamá (ANACAP).
Durante su intervención, Sánchez de ARDTP, insistió en que pese a que están convencidos de que la mejor opción para cualquier persona es cesar el tabaquismo y en algunos casos no consumir ningún producto que contenga nicotina, son conscientes que un número importante de fumadores adultos seguirá fumando, por lo que se debe buscar alternativas de riesgo reducido como los vaporizadores y dispositivos electrónicos.
Sánchez, añadió que en Panamá es necesario hacer una ley que diferencie los productos sin nicotina y que no se mezclen con la ley de tabaco puesto que no lo contiene. Además, manifestó que, “la objeción de manera parcial del Proyecto de Ley 178 sigue siendo preocupante, ya que la prohibición de la comercialización de cigarrillos electrónicos, vaporizadores u otros dispositivos similares, con o sin nicotina, se puede convertir en un exponencial comercio ilícito, y actualmente las cifras del comercio ilícito de cigarrillos combustibles en Panamá son alarmantes”.
Por su parte, el doctor José Manuel Mier, manifestó que la evidencia científica ha demostrado que los cigarrillos electrónicos son una opción muy viable como terapia para personas que quieren dejar de fumar, esto teniendo en cuenta de que es 95% menos dañino que los cigarrillos de combustión.
En ese sentido, Mier concluyó que los cigarrillos electrónicos son de riesgo reducido para el cáncer, tiene un impacto sanitario y económico positivo, se respeta el derecho a decidir por lo que su regulación es imprescindible e inminente.
Entre tanto, el doctor Roberto Sussman, expresó que no existe evidencia científica y médica que justifique la prohibición del cigarrillo electrónico. “Las regulaciones sanitarias deben estar basadas en evidencia científica y no por prejuicios. El cigarrillo electrónico afecta mucho menos y las prohibiciones se dan más por razones políticas”, añadió Sussman.
Sussman considera que Panamá no se puede cerrar a los avances tecnológicos y a alternativas que representan menos riesgo para la población.
Mientras que Jorge Altamirano Duque (Hijo) de ANACAP, reiteró la posición de esta agrupación en el sentido de que todas las normas que existen en Panamá siguen dejando de lado que el uso de los vaporizadores o dispositivos electrónicos que representan la única vía de administración pulmonar que brinda una mayor concentración de cannabis medicinal para pacientes con epilepsia, entre otros padecimientos, y su prohibición absoluta coacciona a esta modalidad como una alternativa óptima, segura y utilizada hoy día en muchos países del mundo, y brinda a los pacientes mejor calidad de vida.
Altamirano insistió en que todas las leyes sobre el tema deben tomar en cuenta las diferentes posiciones y recomendaciones principalmente de pacientes, especialistas y grupos de interés, de manera que la legislación que se apruebe tenga como único propósito mejorar la calidad de vida de los pacientes.