Alma Solis
Un colaborador que se siente bien emocionalmente, las organizaciones tendrán más lealtad , compromiso y mejores climas de trabajo, y para lograr esto las empresas deben tener claras e incorporadas sus estrategias de salud mental e incluso los estudios señalan que por cada dólar invertido en bienestar hay un retorno de 150%.
Ariel Almazan director regional de salud y bienestar dentro de Mercer Marsh Beneficios comentó a SNIP Noticias que se debe poner, de manera genuina, en el centro de las organizaciones al recurso humano, desde una visión integral enfocada al cuidado del bienestar y no solo físico sino también emocional.
“Hoy más que nunca el bienestar emocional debe estar presente como un componente estratégico de sostenibilidad para las mismas organizaciones” señaló Almazan quien participó en el evento Salud Mental: Piedra angular para el bienestar, productividad y atracción del talento organizado por Mercer Marsh y Pacífica Salud.
Agregó que se las empresas deben comprender que las personas tienen características muy particulares y que emocionalmente una persona equilibrada va ser siempre una persona más productiva, más segura y con mayor compromiso dentro de la organización. Teniendo esto presente se logra una ecuación ganar- ganar en la que la empresa, como empleador, cuida el bienestar de su gente, pero el empleado responde de manera directa ante este cuidado.
El ejecutivo recomendó que lo primero que deben hacer las organizaciones al abordar este tema es hacer un análisis interno para conocer los recursos con los que cuentan y entender cuál es la capacidad de implementación con la que pueden llegar a tener ante diversas situaciones. Deben identificar necesidades de manera muy particulares entre la población para que una vez se alineen los recursos con los que cuentan con las necesidades identificadas para que se puedan desarrollar o dirigir iniciativas muy puntuales de tal manera que no se convierta en flechazos al aire si no que haya un objetivo muy puntual.
Explicó que con este objetivo definido las empresas pueden partir de las necesidad , de los factores de riesgo, de las condiciones, del cumplimiento normativo regulatorio que debe de haber en materia de salud y bienestar, para una vez con esto poder finalmente alinear esto a indicadores muy particulares dentro de la organización como lo son los niveles de ausentismo, de presentismo, accidentabilidad, pago de primas, incapacidades por enfermedades generales. “Esto cuando se logra capitalizar se evidencia la inversión de este tipo de soluciones y no se ve como un gasto” dijo.
De acuerdo con Almazan estudios revelan que hay un indicador universal que dice que por cada dólar invertido en temas de bienestar, hay un retorno de inversiones entre 2 y 2.5 dólares. En este caso se habla de invertir de manera integral no solamente en la parte emocional dentro de las organizaciones, sino la parte física, la parte social, la parte espiritual , la parte ambiental y ocupacional.
A raíz de la pandemia, un estudio publicado por la empresa señala que los empleados cada vez estaban más conscientes de lo que el empleador estaba haciendo por ellos. Decían que realmente valoraban el hecho de que el empleador se preocupara por ellos en los momentos más importantes.
En el encuentro también participó la Dra. Isabel Cristina Riaño quien enfatizó que la salud mental no está divorciada de la salud física y viceversa, ni de la salud ambiental.
De acuerdo con la galena un punto importante es tener en cuenta la educación. ”Una persona educada es una persona que va a buscar soluciones, que las vas a saber aplicar y llevar a cabo.
Coincidió con Almazan en la importancia de medir y analizar como uno de los primeros pasos porque esto permite ver el impacto y cómo se usaron los recursos, se puede ver el antes y el después.
Otro detalle que resaltó es que este no es un tema excluyente, porque afecta a todos sin importar las edades. “ Nadie escapa de tener que cuidar su salud mental” indicó Riaño.