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Las personas individuales o contribuyentes en Panamá pagaron más impuesto sobre la renta en el 2017 que las empresas, lo que indica que hay una mayor carga impositiva en las personas. Así lo deja ver el informe de la Dirección General de Ingresos (DGI) con las cifras preliminares del 2017.
Según el documento, al que tuvo acceso SNIP-Noticias, al cierre de diciembre el acumulado de recaudación en concepto de impuesto sobre la renta a personas naturales fue de US$1,062 millones y esto no solo deja ver que se superó la barrera de los US$1,000 millones por primera vez, fue 25% más que en el año anterior y también US$111 millones más que lo que pagaron las empresas (personas jurídicas) las cuales tributaron US$951 millones o 5,1% menos.
Que las personas paguen más que las empresas, no sucedía por lo menos en los últimos ocho años según los informes que están disponibles en la página web de la DGI.
Si se observa la evolución de este impuesto, en el 2009 los contribuyentes individuales en ese año pagaron US$495 millones, lo que indica que en ocho años aumentó 114%, mientras que en el caso de las empresas el incremento solo fue de 12.9% en ese mismo período, pasando de US$842 millones a los US$951 millones en el 2017. (Ver gráfica de evolución de impuesto sobre la renta).
De acuerdo con el ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio de la Guardia esto tiene relación con que las empresas han estado utilizando créditos fiscales y eso se refleja en lo que realmente pagan. “Esta administración no ha tenido un cambio en los impuestos y esto se ha mantenido estable y eso refleja un poco, en nuestra opinión, el uso de créditos fiscales producto de arrastre de pérdidas en años anteriores” afirmó De La Guardia a este medio.
Los créditos fiscales se componen de varios elementos, un crédito a favor de las empresas por haber pagado más de lo que les correspondía en años anteriores, también los subsidios como el interés preferencial son pagados a través de papel de crédito a los bancos que pueden trasladar a otras empresas. También se toman en cuenta exoneraciones como crédito fiscal.
Según el documento de la DGI en el 2017 los créditos fiscales ascendieron a US$210 millones (11% más que el 2016), y de esto renta de personas jurídicas y zona libre de Colón fueron US$113 millones (3.5% más que en el 2016). Lo que indica que si se suman los créditos fiscales de las empresas jurídicas lo generado en impuestos por las empresa fue US$1,064 millones, quedan solo un poco arriba de los US$1062 millones que pagaron las personas.
En el caso del impuesto sobre la renta que pagan las personas De La Guardia dijo que están directamente relacionados a las planillas, lo que indica el aumento es que “hay más personas trabajando y ganando mejor”.
Aunque reconoció que estos créditos sin han afectado la recaudación: “Nosotros pensamos que el año fue bueno, pero que sí está afectado por un incremento en la utilización de créditos fiscales” afirmó De La Guardia.
Igualmente el director general de Ingresos Publio Cortes dijo que “la recaudación efectivamente refleja lo que realmente entró, eso no significa que las empresas no hayan podido acreditarse por ejemplo impuestos pagados por las estimadas del año anterior”. Agregó que esto hace que paguen un poco menos en efectivo.
Cortes aseguró que las empresas en el 2016 pagaron más en efectivo lo que empujo la recaudación.
Tanto de La Guardia como Cortes señalaron que fue un año extraordinario en el pago de impuestos.
Si se revisan las cifras del 2016 en efecto hubo un aporte de las empresas en impuesto sobre la renta de US$1,027 millones un 15% más que en el 2015, y en crédito fiscales fueron US$109 millones estos fueron 25% más que el 2015. Lo que indica que a pesar de que los créditos fiscales tuvieron un aumento importante las empresas siguieron pagando más impuestos sobre la renta que las personas.
Por su parte, José Javier Rivera abogado experto en temas de impuestos dijo que se debe tomar en cuenta que los subsidios y exoneraciones mencionado algunos como el interés preferencial, alimentos, congelamiento de precios y márgenes tiene un impacto directo en la renta gravable de las empresas y de las recaudaciones del Estado.
Al ser consultado sobre si es sostenible en el tiempo la cantidad de subsidios y exoneraciones dijo que no. Y que para que no se afecte entonces el Estado debería reducir la intervención del Estado en el otorgamiento de los beneficios, ventajas o subsidios.