Alma Solís
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Las comunidades rurales en América Latina están más expuestas a la situación económica y cambios climáticos y necesitan mayor atención destaca en su informe 2023 el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA),
«Más que cualquier otro grupo, es la población rural la que sufre las consecuencias de la actual intensificación de las crisis mundiales», afirmó hoy Álvaro Lario, presidente de FIDA, durante la presentación del Informe Anual 2023 del FIDA: Invertir en las comunidades rurales en pro de un futuro sostenible.
El documento indica que la crisis climática y de la biodiversidad, el aumento de los conflictos, la inestabilidad económica y el agravamiento de las desigualdades afectan de forma desproporcionada a los habitantes de las zonas rurales. La inseguridad alimentaria es mayor en el medio rural que en el urbano, y el 80% de la pobreza extrema de todo el mundo sigue registrándose en las regiones rurales.
El Informe Anual 2023 del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) subraya la vulnerabilidad de las comunidades rurales en América Latina frente a los desafíos económicos y climáticos.
Lario destaca que estas comunidades son las más afectadas por la intensificación de las crisis globales, incluyendo la crisis climática, conflictos y desigualdades económicas. Indican que el 80% de la pobreza extrema persiste en las zonas rurales, exacerbando la inseguridad alimentaria en comparación con las áreas urbanas.
A pesar de estos desafíos, el informe muestra avances significativos durante 2023, con un enfoque en invertir en las comunidades rurales para promover un futuro sostenible. Destaca la reposición de recursos sin precedentes para el FIDA13, con un objetivo ambicioso de movilizar 2 mil millones de dólares para beneficiar a más de 100 millones de personas rurales entre 2025 y 2027. Además, el FIDA ha emitido bonos sostenibles y ha canalizado financiamiento para apoyar proyectos que impactan positivamente a millones de hogares rurales.
Además manifestaron que en América Latina y el Caribe, el FIDA ha intensificado sus inversiones con 30 operaciones en 17 países, totalizando 1,6 mil millones de dólares, beneficiando a 2,1 millones de familias rurales. Se destaca también la introducción del Mecanismo Africano de Financiación para la Adaptación al Cambio Climático en las Zonas Rurales (ARCAFIM), un modelo innovador para financiar la adaptación climática de pequeños productores. El FIDA sigue promoviendo la financiación climática mediante programas como ASAP+ para fortalecer la resiliencia climática de pequeños agricultores en entornos vulnerables.
Además, el informe menciona la implementación de mecanismos de mercado para compensar a los agricultores por servicios ecosistémicos, así como iniciativas para facilitar nuevas modalidades de financiamiento directo a organizaciones rurales. Estos esfuerzos reflejan el compromiso del FIDA en mejorar las condiciones de vida y fortalecer la resiliencia de las comunidades rurales frente a los desafíos contemporáneos.