OPINIÓN
Kemmerly Almengor
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Recuerdo que estando en kínder me pidieron pintar una vaca. Lo tradicional hubiese sido pintarla blanca con manchas negras ¿cierto? Yo decidí pintarla roja…sí roja. Cuando la maestra me preguntó por qué la había pintado roja, le respondí que porque en casa de mi abuela había una vaca roja de adorno y esa era la que a mí me parecía más linda. En mi mente de niña de 5 años, trataba de decirle que era la más cercana, con las que me sentía cómoda y era la vaca que formaba parte de mi entorno.
La maestra me sonrió y me dijo: Muy bien, ahora comprendo. Esa maestra escuchó, se preguntó ¿por qué? Tuve mucha fortuna que no me obligara a pintar la vaca blanca con manchas negras, pues me hubiese parecido muy tradicional y muy seguramente no le hubiera prestado más atención que la necesaria.
Recordé esta anécdota hace poco, porque hace poco me topé en YouTube con un video de José Antonio Fernández Bravo, maestro y doctor en Ciencias de la Educación, en el que hablaba de todo lo que los niños le han enseñado. Entre algunos de los temas que compartió como parte de su aprendizaje están:
1. Enseñar desde el cerebro del que aprende.
2. Imaginar respuestas que jamás pensaste escuchar.
3. Aprender a mirar con la mirada de un niño.
4. No existe método de enseñanza superior a la capacidad de la mente humana.
5. Aprender a que cuando un método falla y no obtengo los resultados planeados no puedo decir que el que tiene dificultades es el niño, hay que replantearse el método.
Este video me encantó y me llevó también a plantearme ¿Cómo trabajamos hoy en equipo? porque también se necesita tener apertura en el trabajo en equipo, al igual que en la enseñanza a un niño. Y cuando me refiero a equipo no hablo solamente del equipo de la oficina, me refiero al equipo familiar, al equipo de amigos, todo lo que involucre llegar a un objetivo en conjunto. Y es que ¿qué se necesita para que un equipo fluya, que ruede sin tropiezos y que pueda crear sin límites?
En este video también el maestro planteaba algo que me pareció valioso sobre escuchar. Escuchar es preguntarse por qué dicen lo que dicen y por qué hacen lo que hacen. Entonces, me pareció muy válido también para el relacionamiento en equipo ¿Por qué mi equipo hace lo que hace? ¿Piensa lo que piensa? ¿Siente lo que siente?
Al tener la gran oportunidad de trabajar en equipos en mi paso por agencias de publicidad, bancos y retail, no importaba si eran ambientes más rígidos y otros más flexibles, siempre he encontrado un denominador común en ellos: no hay ideas malas y no hay personas sin creatividad; de hecho en agencias de publicidad muchas campañas salieron de una idea de contabilidad, de la persona del aseo, mensajería, administración, puestos que no tienen que ver directamente con el proceso creativo, pero sucedió que dieron con una frase que fue «ese» detonador creativo para el resto del grupo.
¿Qué quiero decir? Que lo importante es no cortar el proceso, permitir ese espacio de creación. No todo está escrito y hay ideas que pueden revolucionar el mercado, siendo precisamente esto, una idea no tradicional que rompe con todos los estereotipos y formas de pensar… es decir una vaquita roja.
Hoy en día no tengo una vaca roja, peros sí una guitarra roja que me ayuda a crear, aunque mi color favorito es el morado
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