Alma Solís
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El pasado mes de agosto, el magistrado Abel Zamorano admitió una demanda interpuesta por el empresario Abdul Waked, por la suma de US$1,268 millones en contra del Banco Nacional de Panamá relacionada al caso de la venta del centro comercial Soho Mall, que si prospera y se falla en contra de la entidad estatal, tendría graves consecuencias en el sistema bancario, en el Gobierno Central y en la economía panameña.
El siguiente paso de este proceso es que los otros magistrados de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia deben ahora señalar si también admiten la demanda o la rechazarla.
Aunque los banqueros están seguros que no existe sustento legal ni argumentos para que se falle en contra del banco, no ha sido una buena noticia la admisión de esta demanda. Porque en el caso de que se admitida por los otros magistrados –y en el peor de los escenarios, se falle en contra de la entidad bancaria, esto la llevaría a una “quiebra técnica” por no poder hacerle frente, así lo reconoció el gerente general de este banco Rolando de León de Alba.
El BNP, al ser el banco del Estado, realiza todos los pagos del Gobierno Central desde salarios, inversiones y programas de ayuda social hasta proveedores. Si el banco entra en la quiebra técnica, no podría hacer estos pagos, igualmente, al Panamá no contar con una banca central, este es el banco que realiza todas las compensaciones bancarias ( pagos de cheques), por lo que tampoco se podrían cambiar cheques de otros bancos en ninguna entidad. Tampoco habría forma de distribuir el efectivo en la economía por ser el único banco con una cuenta en la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Waked demandó al Banco Nacional, el cual actúo como figura fiduciaria en algunos bienes cuando el gobierno de los Estados Unidos colocó al empresario y varios de sus negocios en la conocida lista Clinton. Es oportuno recordar que el propio Zamorano, quien admitió la demanda actual, rechazó otra demanda similar en contra del banco por el mismo argumento solo que por otro fideicomiso, el de las tiendas Félix B. Maduro, también de Waked.
Sobre el tema el presidente de la Asociación Bancaria de Panamá, Carlos Troestch dijo a SNIP –Noticias que están atentos al proceso. “Lo que nos dicen los abogados, y lo que hemos conversado con el Banco Nacional, es que el hecho de admitir una demanda no es una buena noticia porque no debió haberse admitido”.
“Nosotros entendemos que el fondo legal de la petición del demandante no tiene fundamento jurídico y estamos pensado que el sistema de justicia trabaje en ese sentido” dijo el banquero quien reconoció que el impacto de un tema como este en el Banco Nacional podría tener riesgo sistémico muy importantes (en el resto de los bancos).
El banquero aseguró que se encuentran en conversaciones con el Banco Nacional. “Nuestra posición como Asociación Bancaria es pedir, y estar atentos, a que se actúe sujeto a la ley, y si es así, no debería haber mayores repercusiones, porque el banco solo actúo como figura de fiduciario, con limitaciones y responsabilidades muy restringidas” dijo Troestch, que además manifestó que ellos tiene entendido que se había firmado un compromiso de no demandar.
“Obviamente que, de prosperar (la demanda) es muy delicado, pero pensamos –que basado en todos los temas legal y argumentos — que el banco no debiera estar expuesto” afirmó Troestch.
Añadió que este tema ya se ha conversado con el resto de los miembros del gremio y los otros bancos están muy dispuestos apoyar al Banco Nacional.
Por su parte, el gerente del Bancos Nacional de Panamá, Rolando de León de Alba, dijo a SNIP Noticias que en este momento el procurador de la administración, actuando como abogado del banco, ha presentado un escrito oponiéndose a la admisión de la demanda en la Sala Tercera de la Corte de Justicia.
Explicó que ahora esta documentación, al igual que cualquiera que presente la otra parte, debe ser analizados por el Pleno de la Sala Tercera para ver si admite o no la demanda, por lo cual serían los otros dos magistrados, Luis Ramón Fábrega y Cecilio Cedalice quienes tendrían que tomar la decisión.
De León de Alba dijo que, de perder la demanda, el banco dejaría de operar. “Tendríamos que someternos a un proceso de intervención por parte del regulador , y se paralizaría las operaciones del bancos, Caja del Seguro Social, Gobierno Central , Cámara de compensación, Reserva Nacional, pagos del Estado, sin hablar de la reputación del país”,
El gerente del banco insistió que el papel de la entidad fue un rol fiduciario intermediario. “Nosotros simplemente servimos de vehículo para que los activos de la empresa listada fueran traspasada a la empresa compradora”.
Ante la situación, se consultó al Superintendente del Bancos de Panamá, Ricardo Fernández, como regulador del sistema bancario ,quien se limitó a responder que el tema lo está manejando directamente el Banco Nacional.