Alma Solís
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La misa de envío oficiada por el Sumo Pontífice Papa Francisco en Panamá concentró a más de 700 mil persona en el campo denominado San Juan Pablo II .
Este evento es el cierre oficial de las actividades de la Jornada Mundial de la Juventud y se denomina envío porque se consideran enviados o apóstoles a sus participantes quienes son llamados a propagar el evangelio y las vivencias.
Allí se anunció la próxima sede de la Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Portugal. El anuncio se hizo este domingo al concluir la misa, que encabezó ante miles de peregrinos y con la presencia del presidente de la República, Juan Carlos Varela y la primera dama, Lorena Castillo de Varela y de varios mandatario de Centroamérica de Costa Rica, Carlos Alvarado; Guatemala, Jimmy Morales; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y de Honduras, Juan Orlando Hernández. Igualmente estuvieron presentes de Colombia, Iván Duquey el de Portugal Marcelo Rebelo de Sousa.
En su homilía el papa Francisco invitó a los jóvenes a vivir el hoy y no un mientras tanto, y a no pensar que existe el mañana para ir tras los sueños. “Es un proceso por lo que todos los jóvenes deben pelear, porque la vida es hoy, tú eres hoy, tú espacio es hoy», exclamó Francisco.
Agregó que los jóvenes no son el futuro, son el ahora de Dios. Él los llevará en sus comunidades, sus ciudades en busca de sus abuelos y mayores para que les enseñen su palabra, no mañana, ahora».
Igualmente, les pidió que se dejen enamorar del Señor. «El señor no es un mientras tanto, no es una Jornada Mundial de la Juventud, son nuestra vida de hoy y caminando».
Por su parte, el arzobispo metropolitano monseñor José Domingo Ulloa dio las gracias al Sumo Pontífice por haber estado en suelo istmeño compartiendo con los jóvenes.
«Gracias por recordarnos que ningún proyecto social y político en el mundo puede hacerse al margen de los jóvenes. Cuente con la oración de toda esta juventud», leyó Ulloa.