Alma Solís
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En una América Latina que el Fondo Monetario Internacional ve con crecimiento moderado de 2,3% en 2023, y una cifra en 2024 similar, el organismo aumenta la proyección de crecimiento de Panamá pasándola de 5% a 6% para el cierre de este año y de 4% para el siguiente, liderando el crecimiento de la región indiscutiblemente.
Panamá estaría creciendo casi tres veces más que el promedio de la región y un punto y medio porcentual más que el siguiente en la linea que es Ecuador con 4,5%, seguido por Costa Rica 4,4%. En la región latinoamericana solo tres países están en negativo Argentina, -2,5%, Chile 0.5% y Puerto Rico -0,7% (ver tabla de crecimiento por países) .
“Hemos revisado al alza el crecimiento del 5% al 6% debido al fuerte crecimiento del índice del principal indicador económico, que en junio era un 8,8 por ciento más alto que el año anterior. El fuerte crecimiento se vio favorecido por un repunte del turismo» de acuerdo con lo que dijo a SNIP Noticias el jefe de misión para Panamá del FMI, Bas Bakker.
Igualmente comentó , brevemente, sobre los desafío que enfrenta la economía panameña como el impacto de la sequía en el Canal de Panamá y los temas fiscales.
«Varios factores, incluida la sequía, están teniendo un impacto negativo en el crecimiento, pero en general esperamos que el crecimiento del PIB supere nuestras proyecciones anteriores” indicó Bakker.
Mayor riesgo el climático e inflación
El informe revelado este viernes desde Marruecos en donde se celebran las reuniones del FMI y el Banco Mundial, senala que a nivel regional, los principales riesgos están relacionados con un posible resurgimiento de las presiones inflacionarias y tensiones sociales acentuadas.
«Los shocks relacionados con el clima suponen importantes retos a corto y mediano plazo, en especial para la subregión de América Central, Panamá y la República Dominicana, y para el Caribe, sobre todo por su impacto en la emigración».“América Latina ha enfrentado exitosamente los recientes shocks mundiales y tuvo un sólido desempeño en 2022 y a comienzos de 2023, aunque el crecimiento se está debilitando. La desaceleración es el resultado de las políticas más restrictivas adoptadas para contener la inflación y el deterioro del entorno externo, reflejado entre otros aspectos en el crecimiento
más lento en los socios comerciales, condiciones de financiamiento externo menos favorables y precios más bajos de las materias primas”, señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés.
Se prevé que, tras situarse en 7,8% en 2022, la inflación general en la región (excluyendo Argentina y Venezuela) descienda a 5% en 2023 y 3,6% el año próximo, debido al debilitamiento de la demanda externa e interna, el alivio de las restricciones de la oferta mundial y los efectos rezagados de la apreciación de las monedas en algunos países.