OPINIÓN
Silvia Noriega
gerente de Sostenibilidad de Grupo Credicorp
En la actualidad, ser parte del sistema financiero impacta de manera positiva en diversos aspectos en la vida de las personas y en la economía. No solo propicia el bienestar financiero a través del ahorro y la inversión, sino que dinamiza el desarrollo de negocios y el logro de metas personales a través de los créditos, entre otros beneficios como la capacidad de realizar transacciones seguras de forma digital, en cualquier momento y lugar. De acuerdo con el Banco Mundial, el sistema ayuda a la planificación de objetivos a largo plazo y a la atención de emergencias imprevistas, tal como las que vienen ocurriendo desde hace unos años a nivel global.
Ahora bien, a pesar de que están demostrados los múltiples beneficios que brinda ser parte de este sistema, aún existen grandes brechas y barreras en cuanto a inclusión financiera se refiere. Y esto es especialmente cierto para las mujeres, quienes por décadas han estado en desventaja en cuando a acceso a oportunidades en distintos ámbitos como el familiar, social, educativo, legal, profesional y político, lo cual las ha venido limitando de un desarrollo pleno.
Por ello, tomando en cuenta el primer Índice de Inclusión Financiera (IIF) del Grupo Credicorp -holding regional con presencia en Panamá a través del Banco de Crédito del Perú (BCP) y Atlantic Security Bank (ASB)-, elaborado por Ipsos, publicamos el informe “Brechas de género: un enfoque interseccional”, que arroja luz a la complejidad de las diversas realidades de las mujeres en América Latina en cuanto a inclusión financiera.
Este informe fue realizado en siete países (Panamá, Perú, Chile, Colombia, Bolivia, Ecuador y México) y da cuenta que las mujeres tienen desventajas frente a los hombres de manera general y en todas las dimensiones que lo componen: tan solo el 11% de ellas se encuentra plenamente incluidas al sistema financiero, en comparación con el 21% encontrado en los hombres. Una persona se encuentra plenamente incluida al sistema financiero cuando posee diversos productos financieros, los usa de manera cotidiana y ha construido una relación positiva con el sistema formal.
Si centramos la mirada en Panamá, el estudio sitúa al país, luego de Chile, como el segundo con mayor proporción de mujeres en el nivel logrado de inclusión financiera, pero aun así con una brecha del 10% entre hombres (43%) y mujeres (33%).
Las mujeres panameñas también destacan en aspectos como el nivel acceso a cuentas de ahorros, la tenencia de tarjetas de débito y crédito, y el uso de los medios bancarios para realizar pagos; además, se resalta el nivel de confianza y evaluación positiva al sistema financiero formal en las mujeres con un mayor nivel de educación del área urbana y con trabajo estable.
Estos resultados son buenos para Panamá, ya que dejan en evidencia los esfuerzos desarrollados para disminuir la brecha entre hombres y mujeres respecto al tema. No obstante, al evaluar por separado cada dimensión, el informe demuestra que existen abiertas diferencias que deben ser atendidas para no limitar la autonomía económica y el empoderamiento que deben tener las mujeres. Particularmente vulnerable es el grupo de mujeres mayores, que habitan en zonas rurales, con menor nivel educativo y menor nivel socioeconómico.
La tarea es continua y para reducir las brechas existentes, tanto en el país como en la región, es necesario que los diversos actores involucrados (la academia, las autoridades y el sector privado, por ejemplo) conozcan el estado en el que está la inclusión financiera y puedan dimensionar los retos y oportunidades para cada género. El ideal siempre será que se pueda avanzar en el desarrollo de políticas públicas y normativas para que las brechas de acceso y uso de productos financieros se reduzcan; lo cual, como se mencionó al inicio, contribuirá al desarrollo económico y social.
Para acceder al informe “Brechas de Género: un enfoque interseccional” puede utilizar este enlace: https://www.grupocredicorp.com/indice-inclusion-financiera/IIF/IIF-BrechaDeGenero.pdf
La autora es Silvia Noriega, gerente de Sostenibilidad de Grupo Credicorp. Grupo Credicorp es un holding de servicios financieros líder en Perú que cuenta con un portafolio diverso de servicios organizado en cuatro líneas de negocio: Banca Universal, Microfinanzas, Seguros y Fondos de Pensiones y Banca de Inversión. En Panamá tienen presencia con las marcas Banco de Crédito del Perú y Atlantic Security Bank.
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