Alma Solís
asolis@noticiasdepanama.com
Un informe de la calificadora de riesgo Standard & Poor publicado este 6 de mayo de 2024, un día después que José Raúl Mulino fue elegido como nuevo presidente de Panamá, senala que esperan continuidad en las políticas económicas clave después del cambio de administración, hablan de una Asamblea fragmentada que dificultará el trabajo y de lo que podría llevar a una disminución de la calificación.
Sin embargo, uno de los puntos que parece preocupar más a este empresa es la composición de la Asamblea de Panamá la cual está fragmentada en varios grupos no permita al nuevo gobierno ejecutar algunas medidas.
La Asamblea de Panamá (congreso) estará compuesta de la siguiente forma: los candidatos independientes ocuparán 21 escaños, o casi el 30% del total. El partido Realizando Metas que candidatizó a Mulino, tendrá 15 escaños, incluidos dos del Partido Alianza, seguido por el Partido Revolucionario Democrático (PRD), con 12 escaños y Movimiento Otro Camino (Moca)4.
«Panamá también eligió un nuevo Congreso, el cual estará fragmentado. Esperamos continuidad en las políticas económicas clave después del cambio de administración» dijo la empresa.
Agregando que consideran que la gran participación de miembros independientes dentro de la Asamblea puede ralentizar o limitar reformas importantes.
«Aunque es probable que el nuevo presidente llegue al poder con más capital político que la administración saliente de Cortizo, puede resultar difícil para la nueva administración introducir medidas oportunas y contundentes para gestionar los desafíos fiscales trabajando con una asamblea fragmentada» dijo S&P.
Calificación de riesgo
En cuanto a la perspectiva negativa de calificación de S&P Global Ratings para Panamá (BBB/Negativa/A-2) afirmaron que esta se basa en el riesgo de daño potencial a la confianza de los inversionistas y a la futura inversión privada derivado de la controversia política que resultó en el cierre de un gran proyecto minero de cobre el pasado año.
«Podríamos bajar la calificación durante los próximos 12 meses si vemos una inversión debilitada que podría perjudicar las perspectivas de crecimiento a largo plazo del país o políticas fiscales que no logran contener el reciente debilitamiento de las finanzas públicas. Un menor crecimiento del PIB también podría dar lugar a un deterioro de las finanzas públicas, perjudicando la solvencia crediticia».
La economía panameña podría crecer alrededor del 2,7% en 2024, frente al 7,3% en 2023.
«A medida que el crecimiento se desacelera, las cuestiones fiscales se vuelven más apremiantes» dijeron.
«En nuestra opinión, el crecimiento económico más lento a corto plazo de Panamá podría obstaculizar el desempeño fiscal de este año, sumándose a los desafíos fiscales para el gobierno entrante, además de un crecimiento más lento de los ingresos, la baja recaudación de impuestos y la pérdida de ingresos fiscales esperados de Minera Panamá proyecto minero».
De acuerdo con S&P la clave para la administración entrante será fortalecer la base de ingresos o mejorar la eficiencia de la recaudación de impuestos, en ausencia de una reforma. Asimismo, la administración entrante tendrá que enfrentarse a la agencia de pensiones, ya que sus reservas financieras se agotarán en 2025 según el gobierno estimaciones, a falta de una reforma fiscal.
Otro desafío es el creciente costo de financiamiento en medio de altas tasas de interés que no se esperaban caer rápidamente.
«Esperamos que la economía diversificada de Panamá, su ubicación geográfica como centro logístico y una cartera sólida de proyectos de los sectores público y privado para compensar parcialmente el impacto a corto plazo del revés minero».
La capacidad de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para abordar el agua dulce, la escasez y la vulnerabilidad a sequías o inundaciones recurrentes también serán importantes para el desarrollo a largo plazo del desempeño fiscal.
Las transferencias de la ACP representaron el 17% de los ingresos del gobierno general en 2023, frente al 19% en 2022.