Redacción SNIP
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La decisión de retrasar, del 2009 al 2014, la construcción de una tercera línea de transmisión eléctrica sería la causa de que ahora tanto clientes como empresas y gobierno tengan que asumir un costo adicional de US$135 millones en la tarifa de energía.
A la postre, el gobierno anunció que asumiría el 100% del aumento de la tarifa, en lugar de los clientes, si se aprueba la dispensa fiscal de US$300 millones que ha solicitado a la Asamblea Nacional. Pero, ¿de dónde sale ese costo adicional?
De acuerdo con las declaraciones del gerente general de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa), Gilberto Ferrari, durante el programa “Es cuestión de Ley”, conducido por la abogada y presentadora Edna Jaramillo en la estación de radio La Exitosa, “alguien” tomó la decisión de que en lugar de construir la línea tres de transmisión se repotenciara las actuales.
Es por esta causa que cerca de 200 mil panameños amanecieron con la noticia de que iban a recibir en sus facturas un incremento en la tarifa eléctrica de un 8,4%, pero lo que generó más sorpresa fue que la razón que la justifica es el retraso en la construcción de la línea de transmisión, cuestionó Jaramillo a Ferrari.
La explicación de Ferrari fue que a pesar de que Etesa es una de las pocas instancias que hace una planificación de largo plazo, cuenta con un plan de expansión a 15 años, pero lo que se tenía contemplado para el 2008 se cambió.
“El plan de expansión fue aprobado en el segundo semestre del 2008. Y debió empezar su implementación, pero en 2009 se presenta una modificación. Es entonces que se cambia lo que se tenía en el 2008 a una repotenciación y la línea tres se lleva hasta los primeros días del mes de enero del 2015”, comentó Ferrari en el programa radial.
La decisión que se tomó fue repotenciar, es decir, reforzar las líneas actuales aumentando su capacidad, en lugar de construir otra.
De haber continuado el plan original, la línea tres estaría lista en diciembre de 2014, pero no fue sino hasta 2012 que se incluye una recomendación de un consultor externo sobre la construcción de la línea, ya que se indicaba que la solución de la repotenciación no era viable.
Finalmente, en octubre de 2013 se adjudica el proyecto y se da la orden de proceder en febrero de 2014.
“El monto de ese contrato es de US$233 millones más US$40 millones de financiamiento, que también es parte del contrato; el valor del contrato tal cual fue licitado es de US$273 millones”, explicó Ferrari durante la entrevista radial.
El proyecto iniciado en 2014 no tuvo retrasos y fue entregado cuando correspondía. El sobrecosto del que se habla es por la falta de la línea. Las empresas distribuidoras tenían contratada la energía que sería generada en plantas que estaban en Chiriquí o Bocas del Toro, pero como no contaban con la línea de transmisión, esa energía fue lanzada al mar y se tuvo que contratar en el mercado ocasional («spot») para cumplir con el contrato.
A la energía que se tiró al mar se le conoce como energía desplazada y la que se contrató en el mercado «spot» es energía obligada. Cabe destacar que el mercado «spot» es la energía disponible que tienen las generadoras que no ha sido contratada y cuyo precio varía según la demanda del momento.
En esta situación, Etesa debió asumir el costo de la energía, tanto la que se botó como la nueva que se compró por no tener lista la línea en el 2015.
Ante la consulta de la conductora de “Es cuestión de ley” sobre el responsable de este retraso, Ferrari indicó: “Bueno, sí había alguien que era el gerente de Etesa, había una Junta Directiva de Etesa y alguien que era el regulador, otro que era secretario de Energía de ese entonces, habría que preguntarles a ellos quién tomó la decisión”, contestó Ferrari.
El programa “Es cuestión de Ley” se transmite en La Exitosa de lunes a viernes de 2:00 p.m. a 3:00 p.m.